Católica vence a Audax y toma aire antes del clásico

La consigna era una San Carlos de Apoquindo. Había que ganar como sea. No importaba el cómo. Los tres puntos eran la única forma de salir en parte del mal momento, de recuperar la confianza, y de darle un respiro a un Julio Cesar Falcioni que esta semana volvió a estar con los dos pies afuera del equipo.

Sin embargo, en la cancha esa obligación no aparecía. La UC cambiaba los nombres pero mostraba en el comienzo el mismo rostro mezquino del semestre. Los mismos errores de las fechas anteriores, la misma falta de ideas y la misma incapacidad de no saber qué hacer con la pelota.

A Audax Italiano le bastaba el libreto conocido para hacer daño. La escuadra de Jorge Pellicer controlaba el mediocampo y aprovechaba la velocidad de Vallejos, Carrasco y Mora para doblegar al rival. Lo hacía fácil y obligaba a la UC a recurrir a las faltas para recuperar el balón. Cristián Álvarez, Erick Pulgar y Alfonso Parot se ganaron la amarilla antes de la primera media hora.

Por eso no fue extraño que la visita llegara a ponerse a ventaja. Lo sorprendente es que no fuese antes. Pudo ser en un penal no cobrado de Parot a Carrasco, en una jugada del propio Vallejos pero llegó al final en un tiro libre de Bryan Carrasco que se desvió en la barrera. Era la ventaja merecida.

Recién ahí la UC mostró algo más. No orden, ni juego asociado que parece algo demasiado lejos de este equipo. Pero sí ganas, empuje y amor propio ante las críticas de un estadio que se hacía sentir y que perdió la paciencia hace largas jornadas. Haces meses.

Y gracias a esa muestra de carácter, llegó el empate. Una jugada de otro partido, por el sector derecho, el más utilizado por los cruzados, encontró en el área la cabeza de Ramiro Costa -uno de los más criticados- y la igualdad antes de irse al descanso.

El golpe anímico fue grande y en la segunda etapa, los locales entraron decididos a mejorar su imagen. Un penal de Sebastián Vegas a Fernando Cordero y convertido por Tomás Costa sería suficiente para lograrlo. Por unos minutos la UC se parecía a la de otros días, a la del pasado y por primera vez en un año y medio era capaz de remontar un gol de desventaja para quedarse con la victoria.

Audax tendría sus opciones de llegar al empate pero no las aprovecharía. Mauro Olivi, Juan Cornejo y Pablo López fallarían ante un Franco Costanzo que volvió a estar sobresaliente para salvar su arco.

Entonces llegó el final, los abrazos y el desahogo. La UC volvió a celebrar después de dos fechas, recuperó la memoria a tiempo y sigue con vida en la lucha por la liguilla. Todo una semana antes del clásico ante la U. Era para celebrarlo.