Mathías Corujo fue uno de los puntos altos en su nuevo puesto

Mathías Corujo llegó como lateral a la U. Ahí se desempeñó siempre, hasta bien entrado el segundo tiempo ante Palestino.

Precisamente fue en ese duelo donde el uruguayo terminó de convencer a Martín Lasarte de que podía ser opción para reemplazar a los lesionados Sebastián Martínez y Gonzalo Espinoza. Así entrenó durante la semana y este sábado, ante la UC, el charrúa no defraudó.

En AS Chile le hicimos un seguimiento durante los 90 minutos y este es el detalle.

Corujo comenzó el partido por el sector derecho del mediocampo azul, por delante de su compatriota Guzmán Pereira. A la izquierda se paraba Gustavo Lorenzetti. Hasta los 15 minutos se notó bastante incómodo, intentando adaptarse a un puesto que no domina tanto.

De ahí en adelante el partido para el uruguayo cambió. Quitó un par de pelotas, se ofreció como alternativa de ataque y ganó confianza. Su asentamiento en la cancha se notó.

De hecho, el golazo que marcó a los 23 de la primera etapa terminó de darle la confianza y energía necesaria para ser un constante apoyo de Pereira en la recuperación de la pelota y de Lorenzetti en la generación de juego. Fue su tercera conquista personal en lo que va de torneo. Nada mal para un hombre que tiene como primera tarea defender el arco propio.

El charrúa siguió con el mismo despliegue en el complemento. Nunca destiño. Por algo Óscar Washington Tabárez lo ha llamado en el último tiempo a la selección uruguaya. La U tiene en Corujo a muy buen jugador y este sábado marcó diferencias.

A los 68 minutos se ganó amarilla por faltas reiteradas. A esa altura no se le podía recriminar, dado que había quitado con eficiencia y cuando no llegó nunca fue con mala intención.

El ex Cerro Porteño cerró una buena jornada colaborando más en la marca que en el ataque cuando Guzmán Pereira salió lesionado y la U no quería arriesgar una victoria que a esa altura era clara. Corujo respondió casi desde el principio, pero hasta el fin.