Esteban Paredes siembra el pánico en las huestes albas

Corría el minuto 36. Colo Colo vencía por 3-0 a Cobreloa e iba por el cuarto. Un pelotazo largo de Jaime Valdés a espaldas de la defensa loína obliga a correr a Esteban Paredes.

El zurdo le ganó a Roco, le pegó con el alma y la pelota se fue a las nubes. El surgido de Santiago Morning inmediatamente se tomó la parte posterior del muslo izquierdo e hizo señas de cambio.

Héctor Tapia se tomó la cabeza de inmediato y un silencio recorrió el estadio Monumental. Visigol cojea y no está en condiciones de seguir. Si bien todos saben que lleva varias semanas jugando sin estar al ciento por ciento, que haya pedido cambio es señal de que la cosa puede ser seria.

Tapia mandó a la cancha a Luis Pávez y no porque quisiera defender el marcador, sino porque no tiene más delanteros. Obligó a adelantar a Jean Beausejour, quien hace tiempo que no juega de delantero, para salvar la situación en un partido ya definido.

Pero la angustia es a largo plazo, pensando en el decisivo duelo del sábado próximo ante Santiago Wanderers, por la definición del torneo. Si lo de Paredes es una lesión muscular, será difícil que pueda estar en Playa Ancha. Los hinchas colocolinos ya están rezando.