Las polémicas que encendieron la final de la liguilla

Un dramático cierre de temporada está teniendo la Primera División, donde Wanderers y Palestino, en Valparaíso, disputan la final de vuelta de la liguilla, para definir al tercero clasificado a Copa Libertadores.

A los 4 minutos llegó la apertura de la cuenta y la primera polémica. Alejandro Contreras recibió la pelota solo en área chica y batió a Mauricio Viana, pero estaba en posición de adelanto que el juez de línea no sancionó.

También se reclamó mano del defensor, pero la repetición demostró que controló el balón con el estómago.

A los 5' Riquelme puso el segundo de los 'árabes', y otra vez los 'caturros' reclamaron airadamente posición de adelanto del argentino, pero el ariete estaba detrás de la línea de la pelota por lo que todo fue legal.

En los 24' los ánimos terminaron por explotar. Melo estaba dando bote a la pelota antes de despejar, pero Ronnie Fernández se la quitó para anotar el descuento. Ulloa debió anular el tanto porque el reglamento determina que en ese caso la pelota aún no está en juego y es posesión del portero.

Tras la anotación, los jugadores comenzaron a increparse y Jorge Luna pegó una patada a Paulo Díaz que fue visto por el cuerpo arbitral, y así Ulloa le mostró la tarjeta roja ante un descontrolado argentino.

No todo terminó ahí. A los 30' Guede decidió sacar a Jason Silva y el volante se demoró un mundo en salir, haciendo tiempo evidentemente, por ejemplo sacándose las canilleras. Fue tanto, que Ulloa le mostró su segunda tarjeta amarilla y dejó a Palestino también con diez.

Lo más curioso fue al momento de irse al camarín Silva, ya que fue duramente increpado e insultado por su propio técnico por la torpeza que le costó la roja.