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Entrevista

Cristián 'Pistola' Flores: "Casi me morí por sobredosis"

Por primera vez, el ex jugador de Wanderers y Colo Colo confesó sus graves problemas con la cocaína. Fue millonario, pero terminó perdiendo todo.

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Cristián 'Pistola' Flores: "Casi me morí por sobredosis"
AsTV

Cristián “Pistola” Flores llegó a ganar 26 millones de pesos mensuales. Hoy trabaja de forma esporádica en el puerto y le pagan 25 mil pesos por un turno de ocho horas.

Cristián 'Pistola' Flores: "Casi me morí por sobredosis"

“Ahora que tengo menos, soy más feliz”, confiesa, aunque no puede sacarse de la cabeza cómo llegó a perder todo. En un abrir y cerrar de ojos una cuenta corriente plagada de ceros, terminó vacía.

¿Cuánto dinero llegó a tener?
En Wanderers ganaba 1,4 millones, en Everton y en el ‘Shago’ 1,2, en Colo Colo 4 y en México 26, más premios semanales que eran de ocho o nueve millones. Llegué a tener una cuenta de 600 millones de pesos, pero si hoy me preguntas qué quedó de eso, te digo que con suerte me quedó la casa y una buena familia, que es mi gran joya. No valoricé lo que había sufrido cuando niño y de pronto pasé a ser un pobre y triste personaje.

¿De qué forma perdió todo eso?
Tuve varias casas hasta con piscina, autos y tres negocios: un minimarket, un local de pescados y una compraventa de autos. ¿Qué pasó? Todo esto lo fui dejando en manos de otras personas, para ayudarlos, para que sacaran sus porcentajes, pero se les pasó la mano, me terminaron cagando y me dejaron sin nada. Terminé durmiendo en una pieza de cuatro por cuatro, con colchones en el suelo y con todos los muebles amontonados.

Imagino que se le acercó mucha gente en esa época…
Sí. Por ejemplo a mis amigos no les pasaba 100 ó 200 lucas, les daba dos o tres millones de pesos. A muchos les construí segundo piso, a otros los ayudé a comprarse auto. Ahora que ya no tengo nada y veo a alguno al que le di una mano, me dan vuelta la cara, no me dan bola. Eso me da mucha pena.

EL CARRETE INTERMINABLE

“Cuando llegué de México me vi con mucha plata, andaba lleno de joyas, me sobraba el dinero. Me teñí el pelo, compre cadenas de oro, salía todas las noches en distintos autos, me iba a meter al casino, viví una vida que no era para mí”, cuenta.

¿Cuánta plata llegó a gastar en una noche?
Tres millones. En tres meses me gasté como 100 millones. Sé en qué, pero no sé cómo.

¿Y qué pasaba con su familia en ese momento?
Fui un ‘huevón’ de mierda con mi mujer, con mis hijos, con mi salud y con mi profesión, que fue algo que Dios me dio. Un día dije, ‘hasta donde llegue no más, ya no quiero seguir viviendo’. Es que la vida me ha dado golpes muy fuertes, me ha hecho sufrir mucho. He llorado, me han dado parálisis, tuve depresión, estuve grave en la UCI por un fierrazo en la cabeza, me pegaron un botellazo en la cara…

¿Qué fue lo más duro de toda esta época?
Yo estuve con problemas graves de droga, eso no lo he contado ni en la iglesia. Es primera vez que hablo de esto. Tuve dos preinfarto, estuve grave y en el hospital negaba por lo que iba, pero en realidad casi me morí por sobredosis. Es algo que siempre he tratado de ocultar, pero ahora que soy hijo del Señor no tengo miedo a contarlo, empecé una vida nueva.

‘PISTOLA’ Y SU TRABAJO EN EL PUERTO

¿Hace cuánto está trabajando acá y cuál es su función?
Llevo como siete meses, no son muchos turnos seguidos, pero es algo estable y que me da la remuneración para la casa. Ya me acostumbré a vivir con poco. A veces me toca hacer maniobras para enviar bultos, desenganchar la grúa grande y así diferentes cosas. Es un trabajo fácil, pero te aburre.

¿Cuesta acostumbrarse a esta nueva vida?
Lo que pasa es que nosotros somos orgullosos pobres. El problema del futbolista es que después de retirarse no le gusta trabajar. A mí por ejemplo cuando me pasaron el buzo salmón y los bototos, me daba vergüenza, todo por ese orgullo ‘huevón’.

¿Cuáles son sus planes a futuro?
Está la posibilidad de ir a trabajar a la selección amateur sub 17 de Salamanca, con un buen sueldo, pero tendría que dejar a mi familia. También quiero instalar una escuela de fútbol con niños vulnerables y sólo cobrarles mil pesos semanales. Ese es mi gran proyecto.

SU PASO POR COLO COLO

¿Cómo recuerda su paso por Macul?
En Wanderers jugué durante 18 años, pero un año en Colo Colo bastó para hacerme muy conocido. Fue un buen año, pero no tuvimos continuidad, salimos sextos y eso que había equipazo. Lo que sí, en una Copa Chile me mandé tres ‘cagadas’, un penal, un autogol y me expulsaron, la hice completa, jajá.

¿Era difícil ese camarín?
Es súper complicado, todos se cuidan el culo, dicen ser amigos, pero es difícil. Ese tiempo estaban Sierra, Barticciotto, Adomaitis, entre otros. En Wanderers podía jugar uno o dos partidos mal, pero en Colo Colo había que jugar siempre bien. Además, al principio me agarré con Barti en un entrenamiento, pero después terminó siendo uno de mis buenos amigos.