Colo Colo tuvo un trabajado primer desahogo en el torneo

Cuando Alejandro López se fue expulsado a los siete minutos, los hinchas de Colo Colo comenzaron a respirar más tranquilos. Minutos antes del partido con O’Higgins, los albos habían perdido a su arquero Justo Villar, por un problema dental, mientras que el goleador Esteban Paredes empezaba en el banco, debido a una sobrecarga muscular, la cual le impidió jugar el encuentro completo.

“Ahora sí, que Gonzalo (Fierro) se suelte más por su banda”, pedía Héctor Tapia, técnico albo, inmediatamente consumada la inocente expulsión del defensor celeste (se barrió por detrás sobre Luis Pedro Figueroa), en un episodio que, en adelante, condicionó el encuentro. Y es que con la salida obligada del argentino, Colo Colo tomó el control unilateral del juego, mientras O’Higgins se veía obligado a rearmar su defensa, primero retrasando a Hugo Droguett como lateral y luego haciendo ingresar al central Bastián San Juan, soltando a Hans Martínez en labores de mediocampo. Ese reordenamiento sirvió para que el cuadro del debutante Pablo Sánchez aguantara un tiempo, período en el que el arquero Jorge Carranza salvó dos claras ocasiones de gol a Figueroa, a los 23’ y 37’, la última con un espectacular manotazo, que terminó con infracción sobre el meta.

Un gol bien anulado a Emiliano Vecchio (42’), cerró una primera parte trabada, manejada por Colo Colo, pero sin la profundidad ni la fineza suficiente para vulnerar la valla celeste. Sin embargo, en la segunda parte el mejor juego albo, sumado al calor y al hombre menos del local, desniveló las acciones en favor de la visita.

Los desbordes constantes de Jean Beausejour y la mayor presencia de Juan Delgado amagaban el arco, pero fue el retornado a la titularidad, Esteban Pavez, quien a los 58’ abrió la cuenta con un voleo algo mordido. El golpe fue letal para los rancagüinos. Carranza evitó el segundo, ante una barrida de Figueroa, pero no pudo con Beausejour a los 65’, quien sentenció el partido.

Los minutos finales vieron nuevamente a Carranza evitando la ampliación del marcador, ante el ingresado Paredes y ante un dubitativo Humberto Suazo, mientras Hans Martínez llevaba la única carga real de peligro en el arco de Paulo Garcés.

El grito de la hinchada alba se multiplicó con el pitazo final, luego de un triunfo que implicó la primera victoria de Colo Colo en el torneo y de paso dejó el último lugar, donde quedó, en solitario, Unión Española su próximo rival.