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GUARANÍ 1 - RIVER PLATE 1

River vuelve a una final de Copa Libertadores después de 19 años

Un empate 1-1 en Asunción, fue suficiente tras el 2-0 en la ida. Abrió la cuenta Fernández y Alario selló la serie. Ahora espera rival entre Inter y Tigres.

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River vuelve a una final de Copa Libertadores después de 19 años

La espera terminó un día. Pasaron 19 años, pero más que nada pasaron muchas cosas, para que otra vez River Plate se instalara en una final de Copa Libertadores. Sucedió este martes. Con un 1-1 ante Guaraní en Asunción, el equipo de Gallardo, el que recuperó la esencia y buen juego de la banda sangre, fue el reponsable ahora de acabar la sequía y desempolvar una frase que parecía de otra época, de otros años. River irá por su tercera corona continental.

River vuelve a una final de Copa Libertadores después de 19 años

Es cierto que gran parte de la clasificación se zanjó en Buenos Aires. Sin embargo, sería demasiado egoísta no darle relevancia a la vuelta. A la tranquilidad de Marcelo Barovero y Jonathan Maidana, a la calidad de Kranevitter, y a las ganas de los nuevos. Uno como Lucas Alario, que anotó el gol que se necesitaba y otro como Tábare Viudez, que en su debut, hizo todo bien.

No me olvido de Guaraní que tuvo las ganas, pero le falló todo lo demás. La claridad en el medio, el desequilibrio en el ataque. Sólo un disparo en el primer tiempo de Fernando Fernández demostró que el plan de siempre no estaba funcionado. O no era suficiente. Manteniendo el orden atrás, no alcanzaba para intentar pelear una semifinal en desventaja.

Por eso, la segunda mitad estuvo más a la altura de un equipo paraguayo que es ya es histórico pese a la eliminación. El gol de Fernández a los 65 minutos fue la cuota de suerte que le faltaba, y lo que le permitió a River, enterrar las culpas, los miedos, y temores que se acumulan cuando se ha esperado tanto.

Y es que tras salir sin rasguños de su peor momento en el encuentro, Gallardo fue capaz de leer lo que le hacía falta. No sólo hizo debutar a Tábare Viudez, sino también lo ubicó donde lo más necesitaba. El uruguayo comprendió demasiado pronto que había que tocar y pasar. Que la mejor forma de defenderse era volver atacar.

En dos toques generó las opciones más claras de River en el segundo tiempo: un cabezazo de Alario y un tiro de Fernando Cavenaghi, y en dos más demostró su calidad. De ahí, de él, vino el empate de Lucas Alario con sombrero incluido al portero. Y ahí, de él, vino el momento en que murió Guaraní.

Los últimos minutos fueron una demostración de River, una preparación para lo que viene. La antesala para una celebración inolvidable. Seis meses después de coronarse en la Copa Sudamericana, el cuadro millonario alcanza otra final. Ahora es Libertadores que después de 19 años vuelve a ser posible.