La UC paga caro los errores y queda al borde de la despedida
Los cruzados desperdiciaron la ventaja que habían logrado con Mark y Llanos, y terminaron perdiendo por 3-2 en una tarde
Lo que empezó bien, casi como un exhibición de fútbol, terminó muy mal para Universidad Católica. Sucedió que una primera media hora de ensueño fue borrada por cinco minutos de pánico que pesaron lo mismo. Pasó que el equipo de Mario Salas perdió un partido que tenía ganado y la sensación al final es una derrota total, que deja sólo como buena noticia que aún queda vida para la vuelta en Paraguay.
Quien haya visto el partido no entenderá todavía como la UC no ganó o incluso goleó en San Carlos de Apoquindo. Basta una enumeración simple de situaciones para comprender el tamaño del regalo. A los cinco minutos David Llanos había fallado un mano a mano ante Rodrigo Muñoz, a los nueve Mark González había abierto la cuenta, a los 26' Marco Medel pudo aumentar con un disparo de media distancia y a la media hora Llanos concretó el dominio anotando el 2-0.
Antes del descanso, los locales no sólo ganaban con justicia, sino también seguían arrinconando a Libertad. Atacaban por el centro, por los costados y con todos. Marco Medel y César Fuentes empujaban el equipo, Mark González pasaba siempre y David Llanos parecía estar listo para convertir lo que tocara. De la lesión de Roberto Gutiérrez ya nadie hablaba.
Lo que cuesta comprender entonces es lo que pasó tras el descanso. Cómo la UC se convirtió en ese equipo tímido, partido y lleno de traumas; y cómo al mismo tiempo Libertad, reapareció como si todo lo que pasó antes no hubiera ocurrido. La primera señal fue un penal por lo menos dudoso de César Fuentes que Aquino no falló, como bien lo había descubierto Wanderers.
La segunda vendría instantes después, cuando Antonio Bareiro comenzó a jugar y después de un contragolpe Richard Ortiz igualó el marcador. En sólo cinco minutos el partido había pasado de una victoria rotunda y brillante de la UC, a un empate que se resumía en los gestos de Cristopher Toselli: indignación, gritos, y después sólo desazón, y silencio.
La historia para pesar de los cruzados no terminó ahí. Aún quedaba media hora y Libertad, como cada vez que pudo, le haría pagar caro el derroche del primer tiempo. Cuando restaban sólo unos minutos para el final del partido Jorge Recalde le puso el broche de oro a una remontada perfecta y anotó el 3-2 definitivo.