Le pasa por encima con goles de Aspas (2), Nolito y Guidetti. El equipo de Luis Enrique no tuvo intensidad, hizo aguas atrás y falló ante Sergio. El gol de Neymar no valió de nada.
Se dejó el Barcelona en Vigo algo más que el liderato. El conjunto blaugrana se dejó buena parte de su credibilidad al caer estrepitosamente ante el Celta por 4-1, en un partido que fue un repaso en toda regla al equipo catalán por parte del estupendo conjunto gallego. Fue muy duro el resultado, pero mucho peor fueron las sensaciones. De poco sirvió que Luis Enrique advirtiera en la previa de la posibilidad de que el Celta podía pasarle por encima al Barça a 200 por hora. Esta previsión fue lo único que acertó el técnico blaugrana a la hora de plantear el partido. Fue el Barça un cervatillo en medio de la autopista. Vio venir las luces del camión que llegaba a toda leche, pero paralizado por el miedo en vez de moverse, se quedó temblando a la espera de que le hicieran papilla. El Celta de Berizzo fue un camión y el Barça, puré de ciervo.