Los dos pecados de la U en el Monumental
Desde 2007 a la fecha, cuando fue dirigida por Salvador Capitano y Jorge 'Lulo' Socías, nunca Universidad de Chile había convertido tan pocos goles en las primeras 11 fechas de un torneo nacional. Entonces, los azules solo anotaron nueve tantos. Ahora, únicamente han festejado en 17 oportunidades. Un registro bajo para un equipo grande.
El dato resulta revelador en vista de la conducta ofensiva del cuadro de Martín Lasarte observada en el Monumental, durante el Superclásico. La U fue superior a Colo Colo en el desarrollo del juego, llegó en múltiples oportunidades al arco de Justo Villar, desperdició un penal y terminó lamentando una derrota inmerecida.
Con el tiempo los pormenores del partido se irán al olvido y prevalecerá el 2-0 final en favor de los albos. Fiesta para los resultadistas y tormento en quienes hacen hincapié en cómo llegar a la victoria.
Si no hubiera sido por la gran actuación de Villar, los azules, al menos, habrían conquistado un empate. Sin embargo, hubo dos situaciones de gol de la U, que de haber sido resueltas de otra manera, habrían encaminado a los azules a exhibir un rictus distinto al abandonar el recinto.
Primer tiempo y el marcador en blanco. Leandro Benegas se saca al paraguayo Leonardo Cáceres con un enganche con el borde externo a la altura del punto penal. Cara a cara con Villar, el zurdo opta por el remate cruzado y potente, lo que facilita la reacción del zaguero para frenar parcialmente el tiro. Después, el arquero desvía y la pelota pega en el vertical derecho.
La solución de Benegas a esa situación de juego fue desacertada. En la actualidad, hay toda una tendencia de definiciones con el balón dirigido hacia un palo y arrastrado. Así pudo actuar el argentino. Tras sacarse a Cáceres tenía todo el sector derecho para colocar suavemente el balón, con Villar entregado a su suerte, pero no lo advirtió y quiso fusilar. El resultado ya es conocido.
La otra acción es el penal ejecutado por Patricio Rubio, en el segundo tiempo, que pudo significar la paridad para los azules. Villar estuvo fantástico para volar hacia su izquierda y desviar el balón al costado. El tiro llevaba buena ubicación, iba bien pegado al palo. Pero la trayectoria a media altura lo condujo al error. De haber ido arrastrado, pegado al pasto, es probable que el arquero quedara corto en su atajada.
Así aconteció al día siguiente en el Estadio El Cobre de El Salvador, en el 5-2 de la UC frente a Cobresal. En el segundo descuento de los mineros, Ever Cantero ejecuta un penal de la misma manera. Cristopher Toselli se lanza a la izquierda, tal como Villar, pero como la pelota se desplaza a ras de piso de todas formas es gol del local.
Ahora, hay que estar en la cancha, en medio de un Superclásico, con la localía apabullante del archirrival. Desde afuera, todo se ve muy fácil. Lo anterior, sin embargo, no invalida los análisis globales y puntuales que se puedan efectuar.