La insólita historia tras la caída de Mosquera como fichaje albo

Ni wikipedia se la cree. Hasta este jueves, en la famosa enciclopedia virtual Andrés Mosquera aparecía como refuerzo de Colo Colo. 

El colombiano tampoco quiere caer en la realidad de que se frustró su llegada al campeón chileno. Él disputó, junto a Matías Zaldivia, el cupo de defensor central que buscaba Colo Colo. Decenas de reuniones se sucedieron ayer (miércoles) buscando cerrar el negocio con sus pares del norte.

Estaba todo acordado con Independiente de Medellín. Los costos, los plazos, hasta la venia de Leonel Álvarez para que su pupilo siguiera desarrollando la carrera en el sur del continente. Su curriculum lo puso desde un comienzo en una posición ventajosa sobre Zaldivia: Mosquera había disputado dos sudamericanos juveniles y un mundial Sub 17. Pero a nivel de clubes nunca había salido de su país. Esta era la oportunidad que esperaba. Era lo que quería.

Pero le costó caro jugar al filo a Colo Colo. Apurado por el cierre del libro de pases al día siguiente, debían cerrar en esa misma jornada el acuerdo. Cuando Aníbal Mosa, envuelto desde el comienzo en todas las conversaciones, levantó el teléfono para comunicarse con su par del equipo del pueblo, se desató el problema. A esa hora, Eduardo Silva Meluk, su par colombiano, viajaba desde el país cafetalero hacia Argentina. Silva estaba inubicable. Y esa comunicación final era clave para darle el visto bueno al traspaso de Mosquera. 

El mandamás de Independiente iba a Buenos Aires a ver los últimos detalles del traspaso de Frank Fabra a Boca Juniors. 

El presidente nunca contestó. En Macul cundió el pánico. Se podían quedar sin nada entre las manos. Decidieron actuar y apurar el negocio por el otro defensa en carpeta, la segunda opción: Matías Zaldivia. Un asunto que se canalizó con rapidez. El resto es cuento conocido.

Y así, por un llamado, Andrés Mosquera se quedó sin cumplir el sueño de jugar por Colo Colo.