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Marco Bahamonde

El chileno que jugó en Boca y hoy hace fletes en Osorno

A los 17 años fichó en los xeneizes, fue dirigido por Carlos Bianchi y, con la camiseta 10, jugó un clásico ante River Plate. "Fue un sueño estar allá", cuenta a AS Chile.

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El chileno que jugó en Boca y hoy hace fletes en Osorno

Cada vez que se disputa un Superclásico en Argentina, en Chile inevitablemente surgen nombres de los nacionales que alguna vez jugaron en River Plate o Boca Juniors. Entre Gary Medel, Marcelo Salas e Ivo Basay, por ejemplo, aparece también Marco Bahamonde, quien integró el plantel xeneize entre 1998 y 2001, tras partir sorprendentemente desde Provincial Osorno a Buenos Aires con tan solo 17 años.

El chileno que jugó en Boca y hoy hace fletes en Osorno

"Fue como un sueño estar allá. Fuimos a probarnos con Alberto González, un compañero en Osorno, y los dos quedamos. Somos amigos todavía y de repente nos juntamos por el tema del fútbol. Nos integramos a la quinta división, teníamos los dos 17 años. Y de repente íbamos a entrenar con el primer equipo, que lo dirigía Carlos Bianchi en esa época", cuenta Bahamonde desde Osorno.

"Cuando me integré a la quinta división fui compañero de (Sebastián) Battaglia. Y una categoría más abajo jugaban Nicolás Burdiso y Willy Caballero (arquero del Manchester City). A parte de eso vivíamos todos juntos en la pensión del club. De hecho tenemos contacto hasta el día de hoy. Tenemos un grupo de WhatsApp de ex jugadores que vivimos en la pensión de Boca. Son casi todos los nacidos entre los años 78 y 81", agrega.

"Carlos Bianchi me dijo que iba a jugar hasta los 40 años"

-¿Cómo era la relación con Carlos Bianchi?-Buena, hablaba con todos y manejaba muy bien a los más chicos que subían al primer equipo. De hecho, todas las inferiores tenían que jugar como el primer equipo, porque de repente necesitaba a un jugador y tenía que conocer su idea de juego. Hablamos varias veces en forma personal, pero en lo único que se equivocó fue en que yo iba a jugar hasta los 40 años (ríe). -¿Qué pasó que después no pudo continuar su carrera por lo menos en Chile?-Había llegado a acuerdo en Católica e hice la pretemporada incluso. De un momento para otro no tuve más contacto con mi representante (el argentino Eduardo Petrini) y me avisaron en Católica que no iba a seguir. En ese tiempo solo había teléfonos fijos y de ahí no pude hablar nunca más con mi representante.

En el año 1999, Bahamonde fue integrado definitivamente al primer equipo xeneize, que era dirigido por Carlos Bianchi y en el que brillaban varios astros sudamericanos.

"En el plantel adulto fue un cambio total. Todo lo que rodea a Boca es muy fuerte. Cada vez que entrenábamos había mucha gente. Entrenaba con el plantel y jugaba en la reserva. Estaban Abbondanzieri, Córdoba (el arquero colombiano), el 'Tigre' Muñoz que era el tercer arquero, Bermúdez, Samuel, Arruabarrena, Ibarra, Cagna, Basualdo, los mellizos Barros Schelotto, Palermo, Riquelme, Barijo", revela el ex futbolista.

"Me trataban muy bien. Incluso en la pretemporada del 2000 comía con el grupo de Riquelme y Traverso. Los más grandes me decían chileno y mis amigos me decían gordo", añade Bahamonde, quien es nacido en la localidad de Río Negro, en la provincia de Osorno.

-¿Por qué no fructificó su paso por Argentina?
-Fueron cosas que pasaron. Cuando debuté en el primer equipo en el verano, entregaron la nómina de la Copa Libertadores y solo había cuatro cupos para extranjeros. El cuarto extranjero era el peruano (José) Pereda, quien se iba a ir, pero al final no se fue. Entonces, no pude jugar nada, ni el campeonato local. Surgió la posibilidad de ir a jugar a El Porvenir, un equipo del Nacional B, que se convirtió en filial de Boca Juniors. Ahí estuve seis meses antes de volver a Chile.

Bahamonde frente al obelisco, en Buenos Aires, hace algún tiempo.
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Bahamonde frente al obelisco, en Buenos Aires, hace algún tiempo.

-Al menos tuvo el privilegio de jugar un clásico de verano contra River Plate, usando la camiseta número 10 de Boca Juniors.
-Fue en Mar del Plata y ganamos 2-1 con un equipo casi de puros jóvenes. También jugué ese verano contra Vélez Sarsfield y Racing. Fui titular y con la 10. Fue una gran experiencia. Nos avisaron el día antes que íbamos a jugar nosotros. Salí cuando faltaban solo tres minutos y quedé conforme con mi partido. Cumplí con la tarea que mandaron a hacer.

-Ha pasado harto tiempo desde aquel tiempo, ¿cómo es su vida hoy en Osorno?
-Acá la vida es súper relajada. No hay ningún problema. Dirijo a un equipo amateur, el Camilo Henríquez de Rahue. Juego de repente con equipos de amigos, así que ahí nos distraemos un rato. Siempre hay alguien que pregunta por mi paso por Boca Juniors. De repente, los chicos que recién están comenzando en el tema del fútbol te piden un consejo por la experiencia que uno tuvo.

-¿A qué se dedica? ¿Cuál es su fuente laboral?
-Hago fletes, tengo un camión, así que me dedico a hacer fletes y mudanzas. No me va mal, por lo menos alcanza para vivir bien junto a mi señora y mis tres hijos. También trabajo en fletes con un amigo que trabaja con una empresa de construcción. Tengo harto movimiento. Antes intenté con una pyme de plaguicidas, pero como todo negocio de repente va bien o va mal y no funcionó.

"Ahora juego muy poco, tengo lesiones en los tobillos y las rodillas"

-¿Juega fútbol todavía o solo se dedica a dirigir en el club amateur en el que participa?-Muy poco, de repente en los seniors. Tengo lesiones en los tobillos y en las rodillas, así que cuando juego, por lo menos estoy como una semana sin hacer nada extra. Ahora tengo 35 años y jugué hasta los 31 más o menos bien. Tenía una lesión de tobillo por la que me retiré y después me complicaron las rodillas. También tiene que ver mucho el peso, estoy un poco excedido. -¿De repente reflexiona en profundidad sobre la experiencia en uno de los equipos más grandes del mundo?-Sí, claro con el tiempo uno le va dando mayor valor a las cosas. Además, Boca Juniors era un equipo súper ganador en ese momento. De hecho, a veces se acuerdan de mi caso por eso. Si a lo mejor hubiese estado unos años antes, cuando los resultados no fueron tan buenos, no se hubiese hablado mucho.