Las habilidades duras no alcanzan
Si bien no existen estudios o estadísticas que señalen las variables que pueden influir a favor o en contra para que esta transición sea exitosa, sí podemos establecer que el ejercicio de un entrenador claramente no es una tarea que pueda construirse y desarrollarse en poco tiempo. Menos en esta época, en donde es más complejo dirigir por las demandas del fútbol moderno, por las situaciones psicosociales que afectan a los jugadores (desde el tema familiar, alcoholismo, educación, redes sociales) y por la gran cantidad de información que gira alrededor de ellos. Finalmente, el panorama se hace más complejo con la mayor presión que existe (por ejemplo, traspasos al extranjero).
Es decir, liderar hoy no solo requiere tener experiencia y conocimientos, sino que muchas más habilidades aprendidas. Por eso es que en las empresas y en los clubes deportivos antes de contratar no solo se observa el grado de experiencia y conocimiento, sino que además las “habilidades blandas”. ¿En qué consisten? Son aquellas que se orientan al desarrollo de aptitudes sociales y que guardan relación con las capacidades comunicativas, de trabajo en equipo, flexibilidad y adaptabilidad frente a un determinado trabajo. Es decir, tienen que ver con todas las variables socio afectivas de liderazgo e inteligencia emocional.
En cierto modo este tipo de habilidades no se adquieren en las aulas del INAF ni en los cursos online, sino que se van adquiriendo, en gran medida, a través de la experiencia, en el ensayo y el error, en un proceso que es claramente continuo y que no finaliza nunca.
Por ello es cuando un entrenador ha tenido una baja o nula experiencia como jugador, y no tuvo oportunidad de dirigir en los procesos formativos (donde se observan empíricamente el cómo aprende, el cómo se desarrolla y el cómo adquieren los conocimientos los jugadores, será más difícil que pueda en el corto plazo desarrollar eficazmente estas habilidades blandas.
¿Haber sido ayudante técnico ayuda? En cierta medida sí, pero bien sabemos que en un cuerpo técnico cada integrante desempeña no solo funciones distintas, sino que roles distintos. Es evidente que el solo rol de ayudante no alcanza a cubrir todas las necesidades que un entrenador requiere para dirigir más eficazmente, obligando a seguir en el desarrollo de estas habilidades blandas faltantes en “otras experiencias”.
Tal vez a Sebastián Beccacece puedan estarle faltando justamente estas otras habilidades y estas otras experiencias porque da la sensación que habiendo trabajado junto a Jorge Sampaoli los conocimientos, los métodos, las forma de entrenar (en definitiva las habilidades duras) las tiene. Pero requiere no solo más tiempo ,si no que un espacio (más protegido y libre de presión que la “U”) para autoconstruirse en las otras habilidades.