O'Higgins pierde pero igual avanza a la final de la liguilla
Los rancagúinos cayeron en casa con un gol de Michael Ríos. Sin embargo, la victoria por 3-1 en el duelo de ida en el norte les otorgó la clasificación.
O'Higgins sacó la tarea adelante y disputará la final de la liguilla frente a Santiago Wanderers. En un resultado injusto por el desarrollo que tuvo el partido, los rancagüinos perdieron por 1-0 contra Iquique, pero la victoria en la ida (3-1) en la Primera Región les dio la clasificación.
El comienzo de las acciones fue en un absoluto plano de igualdad en Rancagua. Los nortinos, con la serie muy adversa debido a la derrota en el primer duelo, salieron a jugar el partido con una propuesta ofensiva. En el inicio fue superior al dueño de casa en el manejo del balón y el control del pleito.
Sin embargo, O'Higgins fue el que sorpresivamente estuvo a un paso de abrir la cuenta. Por intermedio de Gastón Lezcano, su mejor hombre en todo el torneo. En el minuto 5, el argentino ganó terreno por la derecha dentro del área y sacó un disparo que pasó muy cerca del vertical. Luego se apoderó de las espaldas de los zagueros centrales iquiqueños. Ante la salida del arquero Rodrigo Naranjo, definió con un toque suave que se fue por poco afuera.
Tras esta introducción del partido, el trámite se hizo intenso y el dueño de casa logró equiparar el predominio de los dragones celestes. El paso de ataque a defensa y viceversa fue con gran celeridad. Entonces, el juego adquirió un ida y vuelta bastante atractivo.
No obstante, el juego veloz disminuía en las aproximaciones a la áreas, lo que generó poco riesgo cerca de las porterías. Después de las ocasiones de Lezcano, Iquique solo respondió con una gran maniobra de Luis Gonzalo Bustamante.
El volante ofensivo ganó línea de fondo por la izquierda y dentro del área. Sin ángulo de tiro se dirigió hacia el punto penal en busca del resquicio para disparar. Súbitamente se despachó un tiro que pasó a centímetros del palo. Jorge Carranza, el arquero local, solo atinó a mirar. No tenía nada que hacer.
Después del descanso, el asunto siguió igual. Prevaleció la equiparidad en las acciones y la ausencia de situaciones de gol. Ante este panorama, el DT local Cristián Arán mandó al terreno de juego a Ramón Fernández. El volante había quedado sorpresivamente en la banca.
A los 62', rápidamente el argentino se hizo notar en el terreno de juego. En posición de "10" se sacó a tres rivales de encima, con una habilidosa conducción, y se despachó un potente tiro arrastrado. Naranjo, in extremis, desvió el remate hacia el costado.
Fue el indicio de que O'Higgins comenzaba a imponer sus cánones futbolísticos en casa. Efectivamente, porque después Gonzalo Barriga ganó el duelo aéreo en un tiro libre desde el costado y su cabezazo paso rozando el travesaño.
La presencia de Fernández coincidió con el predominio rancagüino. Con su movilidad y el manejo rápido del balón a dos o tres toques agilizó la ofensiva local y le dio otra fisonomía a su equipo. Entonces, el juego se concentró en el territorio de Iquique, que solo se limitó sin éxito a contraatacar.
Sin embargo, en la única llegada de peligro de la visita, en el minuto 81, consiguió quedar en ventaja. Michael Ríos abrió la cuenta tras capturar un rebote en el área y sembró la incertidumbre en El Teniente. Un gol más de los iquiqueños igualaba la serie y forzaba los penales para acceder a la final. Hubo gran nerviosismo.
O'Higgins respondió con un mano a mano entre Esteban González y Naranjo. El rancagüino, quien recién había ingresado, definió cruzado. El arquero puso la mano derecha y envió el balón al córner.
A la postre, el cuadro local se replegó y mantuvo la seguridad en su portería hasta que sonó el pitazo final. Con la victoria de Iquique, el marcador global de la serie quedó 3-2 en favor de los rancagüinos y se clasificaron a la final de la liguilla contra Wanderers.