El retorno de Charles Aránguiz enciende la disputa en el medio
El Príncipe era fijo de Sampaoli hasta que se lesionó y ahora espera reinsertarse en la Roja de Pizzi para la Copa América y volver a ser el eje.
En total fueron siete los partidos que Charles Aránguiz se perdió por la Selección, desde su grave lesión al tendón de Aquiles que sufrió a fines de agosto de 2015. De hecho, su último encuentro con la Roja fue en la final de Copa América ante Argentina.
Así, el regreso del Príncipe se espera con ansias en la Selección, aunque ahora con un nuevo técnico, Juan Antonio Pizzi, con el cual deberá demostrar que puede volver a ser el eje del mediocampo en la Copa América Centenario.
El momento en el que llega el chileno es trascendental. El jugador de 27 años retornó a las canchas el 14 de mayo en su estreno con Bayer Leverkusen, y en total estuvo en siete partidos (469 minutos) e incluso anotó dos goles, incluyendo la última jornada frente a Ingolstadt.
En su ausencia se utilizaron muchas fórmulas. Sampaoli optó por utilizar a Arturo Vidal para acompañar a Marcelo Díaz en esa zona en los dos primeros partidos de Eliminatorias ante Brasil (2-1) y Perú (4-3).
Otro que comenzó a tener más minutos fue Matías Fernández, titular en el empate con Colombia junto a Vidal ante la ausencia de Díaz, quien retornó ante Uruguay (0-3) para ser acompañado otra vez por Vidal en la labor de desgaste.
Con Juan Antonio Pizzi el dibujo no cambió demasiado, pero otro jugador asomó como uno de los favoritos en la zona mixta del medio: Felipe Gutiérrez. El jugador del Twente fue titular en la caída 1-2 ante Argentina y la victoria 4-1 sobre Venezuela en Barinas, donde incluso utilizó una línea de tres con Vidal, Silva y el Pipe.
¿Dónde puede encajar en este sistema Aránguiz? Con el plantel en plenitud de condiciones, el ideal es un 4-4-2, con Marcelo Díaz más retrasado, acompañado por la derecha por Aránguiz y la izquierda Vidal, dejando a un 10 que puede ser Matías Fernández ante la ausencia de Valdivia.
El aporte de Aránguiz es clave. Su despliegue en el ida y vuelta es fundamental porque el apoyo que da en el quite lo tienen muy pocos en la Roja y, además, su capacidad para llegar al ataque es total, al ser un jugador de rica técnica y una calidad para definir muy por sobre el promedio de su posición.
Para la Selección también fue importante que el ex jugador de Cobreloa, Colo Colo y Universidad de Chile volviera en la recta final de la Bundesliga, ya que logró tomar ritmo de competencia, pero claramente llegará mucho más descansado que el resto de las figuras del equipo (Vidal, Alexis, Vargas, Medel, etc.) por lo que su desgaste físico se puede hacer en la competencia.
Lógicamente que la caída de la lista final de Felipe Gutiérrez por lesión deja a Aránguiz con más chances aún de comenzar como un fijo para Pizzi, ya que el Pipe era uno de los 'regalones' en el inicio de la era del argentino.
El único que podría pelear su posición, por características, es Pedro Pablo Hernández, aunque su lugar en los 23 de la lista final no es segura. El jugador del Celta se mueve bien en España en el puesto de volante mixto y sería otra alternativa.
Es difícil imaginar a la Selección sin Charles Aránguiz, en plenitud de condición física, fuera de un 11 ideal y, es más, su presencia da una seguridad y calidad que la Roja extrañó, pero que tendrá de vuelta en Estados Unidos.