ATLETISMO
La trama oculta tras el escándalo de dopaje en el atletismo chileno
La suspensión de Iván López abrió una serie de acusaciones y conflictos. Hoy hay siete atletas suspendidos, y la lista podría seguir creciendo.
El 24 de julio del año pasado una noticia remeció a la delegación chilena en Toronto. El maratonista Cristopher Guajardo, mismo que acompañó a Cristián Valenzuela en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, arrojó una muestra adversa en un control realizado antes de competir en los Juegos Panamericanos y quedó automáticamente suspendido.
El atleta asumió su culpa: decidió no abrir la muestra B y comenzó a cumplir su sanción provisional de dos años a la espera de la definitiva por parte del tribunal la cual recibió recién esta semana. En paralelo, llevó a cabo su defensa a la cual tuvo acceso AS: confirmó haber consumido Eritropoyetina, pero advirtió que no era el único, que habían otros como él.
En medio de ese largo proceso, en la Federación Atlética de Chile ya tenían más o menos claro que el tema no se cerraría ahí. La declaración de Guajardo ante la comisión entregó nombres, pero más que eso, destapó una realidad: el dopaje estaba instalado entre los atletas chilenos.
A comienzos de mayo, Mauricio Valdivia fue el segundo caer. El atleta especialista en 400 metros planos, y del mismo grupo de entrenamiento que Guajardo, dio positivo por CERA de EPO, siendo suspendido de forma provisional por dos años.
En esos días, Iván López tenía más o menos claro que el cerco se cerraba. En febrero pasado, cuando se impuso en el meeting Meeting Centenario en Sabadell, España, estableciendo un nuevo récord nacional y sudamericano en 1500 metros indoor, había recibido la solicitud de una muestra por parte la CNDC.
“Nosotros tenemos un grupo registrado de deportistas a los que podemos controlar en cualquier momento y deben notificarnos incluso su paradero cada 24 horas. Iván estaba entre ellos, y se le solicitó la muestra de sangre en Madrid”, explica Pablo Squella, presidente de la comisión sobre el procedimiento.
Luego de unas semanas, llegaron los resultados. Tal como Valdivia, CERA de EPO fue la sustancia encontrada en la sangre del deportista. “Es un droga que se inyecta y que no puede ser detectada con exámenes de orina”, aporta Squella. El objetivo es aumentar la producción de glóbulos rojos, mejorando la resistencia.
Con los tres casos ya conocidos, las dudas apuntan al técnico Diego Sepúlveda, que se defendió hoy a través de una carta enviada a la Fedachi y el COCH, y a la que tuvo acceso AS. “Me siento traicionado por los atletas que ningunearon mi confianza cegados por su ambición inmediata”, escribe. “Son ellos los que deben dar las explicaciones”.
En la Federación eso sí ya optaron por tomar cartas en el asunto. Lo primero fue separar a Sepúlveda de sus funciones por tiempo indefinido. “Tenemos claro que se debe investigar, porque son tres atletas entrenados por él, pero no podemos tratar alguien como culpable cuando no lo es”, dice el presidente Juan Luis Carter.
Lo que parece más claro es que los tres casos no serán los últimos. Sólo durante 2016 han sido suspendidos de forma provisional 12 deportistas, de los cuales 5 son atletas, y tres de ellos por sustancias relacionadas con EPO, la droga de moda que tiene en vilo al atletismo chileno.