Chile 1x1: Alexis y Vargas salvaron noche negra de Bravo

Chile ganó el partido que necesitaba en la Copa América Centenario. Ante Panamá, un rival débil y lleno de bajas, La Roja se impuso por 4-2, se clasificó a los cuartos de final, y dejó un par de buenas noticias de cara a lo que viene.

Por momentos el equipo se pareció al que deslumbró a todos hace un año, y los goles de Eduardo Vargas y Alexis Sánchez confirman el repunte de algunos rendimientos individualidades. Sin embargo, no todo es bueno: el mal momento de Claudio Bravo y el bajo rendimiento defensivo son problemas que Juan Antonio Pizzi deberá mejorar.

Claudio Bravo: No lo pasa bien en Estados Unidos. Sí ante Argentina y Bolivia mostró alguna inseguridad, lo de esta noche está un escalón más abajo: el portero fue responsable de los dos goles de Panamá. El primero, incluso postula a estar entre los grandes fallos del torneo.

Mauricio Isla: Estuvo más activo y participativo en el ataque de Chile, algo que se explica principalmente por el escaso volumen del ataque de Panamá. De todas formas respondió, y subió su nivel que había estado de regular hacia abajo.

Gonzalo Jara: Estuvo impreciso en la salida y de un error suyo nace el primer gol de Panamá. Pese a ello, fue ganando en confianza, y a medida que pasaron los minutos mejoró, especialmente en el segundo tiempo. Igual debe ganar en regularidad.

Gary Medel: Tuvo un partido silencioso y correcto. El defensor es el sostén de la defensa, y cuando falla Jara y Bravo, en él recae todo el esfuerzo. Hoy pasó, y el 'Pitbull' respondió siempre: firme por arriba, por abajo, fue el mejor de atrás.

Jean Beausejour: Tuvo un partido sin grandes sobresaltos, pero también sin brillar. El lateral se vio con algunos problemas físicos, y quizás eso afectó su rendimiento. De todas formas respondió.

Marcelo Díaz: Su retorno se notó desde el primer minuto. El volante es el equilibrio y el orden de Chile en la mitad de la cancha, y hoy, con un trabajo silencioso y práctico sostuvo el plan de La Roja. Cuando se cansó, Chile sufrió.

Charles Aránguiz: Compartió con Vidal la labor de crear y armar el juego de Chile y lo hizo bien, con su protagonismo y talento característico. Las dudas siguen en la salida: el volante está más impreciso, y ante un rival de mayor poder -como México- eso puede traer problemas.

Arturo Vidal: Más protagonista, más atento, más líder. El mediocampista se había visto desordenado y pérdido durante la Copa América, pero se reinvidincó. Sin alcanzar su mejor nivel, aportó en la marca y fue parte de los mejores ataques de Chile. 

José Pedro Fuenzalida: Su ductilidad y orden le permitieron ganarse la confianza de Pizzi, y en su primer partido como titular respondió. Como puntero por derecha se mostró siempre como una opción, abrió la cancha, y se juntó con Isla. En suma: respondió.

Eduardo Vargas: Fue la gran figura de La Roja. Con su oportunismo y una gran definición de cabeza guió la victoria ante Panamá, y demostró que es un delantero de racha, pero también, que cuando se enciende no falla. Hoy se ganó el lugar en el centro del ataque.

Alexis Sánchez: Tuvo el partido que necesitaba. Más pegado a la banda generó daño, encaró y desequilibró cuando quiso. También pudo anotar, y lo hizo con una joya: una volea que postula a estar entre los mejores goles de la Copa, y que maquilla una Copa donde él había quedado al debe.

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Edson Puch: Entró para darle mayor protagonismo al ataque por la derecha y lo logró. Tuvo la oportunidad de anotar pero el portero de Panamá lo evitó.

Pedro Pablo Hernández: Ingresó para evitar una posible tarjeta amarilla a Arturo Vidal y no gravitó.