Las imperdibles historias de "Clavito" con los paraguayos
El experimentado DT guarda un especial recuerdo de Salvador Cabañas. "Lo tuve en Audax. Extraordinario como persona y jugador", expresa.
Con 75 años y plenamente vigente en la banca de Santiago Morning, Hernán "Clavito" Godoy posee una extensa experiencia en el fútbol chileno y, durante tantas temporadas como entrenador, vivió múltiples episodios con dirigidos paraguayos. El DT constituye una voz apropiada para opinar acerca de los rivales con que se encontrará la Roja en Asunción.
"Recuerdo al número 10, uno grande que le pegaba fuerte a la pelota (Víctor Hugo Ávalos). Terminábamos de entrenar en Wanderers y yo lo pasaba a dejar donde vivía (en 2007). Nos fuimos de vacaciones y se fue a su país. Después supe que jugando una pichanga con los amigos, le dio un ataque al corazón y murió. No tenía vicios, fue una terrible sorpresa", cuenta Clavito Godoy a AS Chile.
"También tuve de compañero en La Serena en mi época de jugador activo al paraguayo (Víctor) Figueredo. Era fuerte, guapo, jugaba de central. También jugó en Coquimbo. En Honduras tuve un compañero paraguayo del que no me acuerdo su nombre, pero fue para la época del Mundial del '66. Había sido scorer en las Eliminatorias y terminó jugando en Honduras. Era bueno para el trago y terminó mal", agrega.
Sin embargo, el entrenador guarda un especial recuerdo del ex delantero guaraní Salvador Cabañas. "Lo tuve en Audax. Extraordinario como persona y como jugador. Un excelente muchacho. Anduvo muy bien en el club. Lo compró barato Valentín Cantergiani (presidente de Audax) y después lo vendió como en tres millones de dólares. Un jugadorazo y, como persona, sensacional. Qué lástima lo que le sucedió en México (recibió un disparo en la cabeza) y ahora está trabajando en Paraguay", señala.
Por supuesto que tantas vivencias ocasionaron también que Clavito Godoy posea una opinión cabal acerca del potencial de los futbolistas paraguayos. "Son valientes, guapos, fuertes, respetuosos. Ellos a veces no conocen ni Asunción y están jugando en España. Son muy humildes y también disciplinados", afirma.
"Son diferentes a los argentinos. Hay un refrán que dice 'compra a un argentino por lo que él habla'. Por lo que él habla es el mejor de todos (ríe). Los argentinos tienen buena labia y hay que reconocer, eso sí, que son buenos jugadores, tienen buena técnica. Todos nacen en familias futbolizadas, hablan fútbol desde el desayuno hasta la noche", expresa.
"Acá no. El chico de acá no ve los partidos. No los analiza. Por eso, este grupo de cabros que estuvieron con (José) Sulantay es sensacional. Van a pasar muchos años para que se dé un recambio parecido en la Selección", añade.
Finalmente, sobre el trámite del encuentro en el Defensores del Chaco, el DT asegura que "va a ser de 'meta y ponga'. Le van a meter con todo a Chile. Va a estar brava la cosa. En una cancha mala, van a tirar hartos centros y pelotazos frontales. Cuando los dirigía el argentino (Ramón Díaz) quería hacerlos jugar al buen toque por abajo, pero ellos no son para estar tocando".
"Ellos son centro, 'ollazo', cabezazo, córner, tiro libre. Creo que con (Francisco) Arce van a volver a eso. El fuerte de ellos siempre ha sido eso. Allá no se puede conducir la pelota, va a ser durísimo el partido. Pero los cabros (de la Roja) saben jugar, se saben parar en cualquier cancha. Los niños ya tienen mucha experiencia. Tienen oficio, ya son jugadores hechos y derechos", sentencia.
