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Vuelve el Mago Valdivia

"Es chileno y como tal está considerado. En estos partidos estuvo con sanción, pero nunca dejó de estar en la Selección", señaló Juan Antonio Pizzi, tras el decepcionante empate ante Bolivia. El DT se refería a un posible regreso a la Roja de Jorge Valdivia. El volante del Al Wahda cumplió el castigo de cuatro fechas en las Eliminatorias, que recibió tras la derrota por 3-0 ante Uruguay, en Montevideo, durante el pasado mes de noviembre.

Al parecer, y escrutando en profundidad los dichos de Pizzi, es casi un hecho que el Mago estará de vuelta en la Selección para la próxima fecha eliminatoria. El 6 de octubre se jugará contra Ecuador en Quito y, cinco días después, habrá que recibir a Perú en Santiago. Con Matías Fernández desgarrado y varias dudas en torno al funcionamiento creativo del equipo, el técnico de la Roja demostró que no es cerrado y se abrió a contar con Valdivia. Sería el debut del volante ofensivo en el ciclo del argentino-español en Juan Pinto Durán.   

Sin embargo, hay una cosa que primero tiene que clarificar Pizzi: en qué posición ocuparía al Mago. El ex colocolino es un "10" neto y en la actual Roja este puesto no existe. Solo actúan tres hombres en la mitad de la cancha: un volante central  o de contención (Marcelo Díaz) y dos mediocampistas interiores (Arturo Vidal y Charles Aránguiz).

Es imposible que el DT reste un defensor para agregar un cuarto volante, manteniendo así a los tres delanteros. En su trayectoria, nunca ha jugado de esta manera, siempre ha respetado la línea de cuatro atrás. Además, la Roja lleva varios años con tal estructuración en la zaga, por lo que resultaría ampliamente contraproducente semejante innovación táctica. 

No obstante, todo parece indicar que, con el retorno de Valdivia, la escuadra nacional estaría encaminándose hacia un cambio relevante en la línea ofensiva. Lo más probable es que Pizzi excluya a un atacante, generando así un cupo en el mediocampo para el Mago. Se mantendría la estructura de tres volantes y por delante de ellos reaparecería, en gloria y majestad, el puesto de volante ofensivo. De un 1-4-1-2-3, se pasaría a un sistema de juego 1-4-3-1-2. Esto en caso de querer contar con Valdivia como titular.

Esta organización espacial es muy conocida por los jugadores de la Roja. Fue instaurada por Jorge Sampaoli, luego del Mundial de Brasil, junto con la modificación del modelo de juego. Ocurrió precisamente en el momento en que el DT del Sevilla renunció al Bielsismo y adscribió con fe ciega al Juego de Posición. Procuraba borrar todo vestigio de verticalidad extrema en pos de una tenencia del balón más extensa y acompasada. Así ganó la Copa América del año pasado.

Ahora bien, si Pizzi opta por no modificar el sistema de juego, resulta muy improbable que el entrenador vaya a utilizar al volante como uno de los mediocampistas interiores desde el primer minuto de acción. En el plano de la gestación de fútbol podría cumplir ampliamente con la requisitoria de interactuar con los delanteros y llegar al área para aproximarse al gol. Ahí, no hay problemas.

Sin embargo, en la fase defensiva, todo es muy distinto. El puesto exige un retroceso permanente para situarse al lado del volante central y batallar en la destrucción. También, cubrir en forma inicial la zona cuando el lateral del sector se ha proyectado para conectarse con el puntero. Dos misiones tácticas que no están en el repertorio de Valdivia. Lo suyo es otra cosa y de ahí que necesite el respaldo de tres volantes por detrás de él.   

Bajo estas últimas circunstancias, el Mago quedaría como una opción de ingreso con el partido en desarrollo ante un rival reagrupado en su última zona y defendiendo un resultado favorable a sus intereses. En este contexto, hay una clara laxitud en las exigencias defensivas, producto fundamentalmente de que el oponente se encuentra solo focalizado en no ver caer su portería.

Por ejemplo, como en el complemento frente a Bolivia. Se echó de menos un tipo creativo, pensante, improvisador, capaz de filtrar un pase profundo para dejar de cara al gol a algún atacante. Lo hizo Matías Fernández, cuando recién habían entrado, en una gran acción con Eugenio Mena por la punta izquierda. Por lo mismo, fue un lástima que se haya desgarrado posteriormente. Aunque en los próximos duelos es factible que esté Valdivia para cumplir con tal misión.