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Hernández

Superpresión

Actualizado a
Superpresión
RAMON MONROY/PHOTOSPORT

Tras la salida de Sebastián Beccacece, el triunfo ante Palestino y la clasificación a los cuartos de final de la Copa Chile frente a Iquique descomprimieron enormemente el ambiente en la U. “Nos sacamos una mochila de encima”, dijo la Gata Fernández. Tal cual. Era lo que precisaba el plantel. Salir del estrés que lo tenía maniatado. Ahora desde la trinchera azul el Superclásico se aborda de otra manera.

Cuán distinto hubiera sido el partido del domingo aún con Beccacece en la banca o si la dupla técnica de Castañeda y Musrri hubiese sido incapaz de modificar el rumbo del equipo. Es que el fútbol es dinámico, cambia partido a partido y hoy la U mira el clásico ante Colo Colo con espíritu renovado, mayores niveles de confianza y espaldas que no tenía hace menos de dos semanas.

Bajo ese nuevo contexto, el equipo de la noventera dupla técnica ya avisó. Va a Macul por los tres puntos. Musrri le envió un mensaje táctico a sus jugadores: “no podemos correr con una herencia pasada”. Traducido, les dijo que no tienen por qué hacerse cargo de estos 15 años sin triunfos en el Monumental. “Esperamos tener el fútbol y la cabeza para ganar los tres puntos”, remató.

La nueva U está dando pasos cortos y trazándose objetivos semanales. Es la clave de la reconstrucción que lidera el binomio técnico. El cambio de mano ha sido evidente y lo será aún más en el fortín colocolino. Nada de tomar riesgos innecesarios, que los dos laterales se descuelguen simultáneamente o el volante central pierda su posición. Está hablado. El equipo se arma de atrás hacia adelante, con orden y equilibrio. Cuando Musrri dice que “esperamos tener cabeza para ganar” está anticipando que los azules preparan su mayor desafío ajedrecístico de la temporada.

La dupla CA-MU se juega mucho en Macul y aunque sea una obviedad expresarlo la tarea principal de la U es no perder. Por varias razones. Primero porque sumar en la cancha del archirrival permitiría sortear la salida más dura del fixture y seguir a una distancia razonable de la punta, segundo porque el equipo encadenaría tres buenos resultados y empezaría a sacudirse de la espiral negativa que traía con Beccacece, tercero porque empatar o ganar sería un gran capital a futuro para una eventual extensión de contrato de Castañeda y Musrri.

Si bien Colo Colo también atenuó la presión con su victoria ante Huachipato por la Copa Chile, su precario penúltimo lugar en la tabla amplifica la necesidad de los albos de sumar los tres puntos. Esa autoimposición es una exigencia irrenunciable en un clásico y más aún tras la paupérrima campaña en el Monumental. Ese factor bien administrado en el trámite por los azules podría jugar a su favor.

La U está lejos de la reconversión que aspiran Castañeda y Musrri, pero su evolución es evidente. Le ganó bien a uno de los equipos más solventes del fútbol chileno como Palestino y eliminó en la Copa Chile al actual líder del torneo de Apertura. No es poco para como estaban las cosas.

En Colo Colo saben que la U saldrá a jugar un partido “inteligente” y tomará resguardos. El Cacique también mejoró, varios de sus jugadores subieron su nivel individual y jugará a estadio lleno en una cancha donde no pierde hace más de una década con los azules. El partido promete y puede ser el punto de inflexión para uno de los dos. Qué sea un gran partido.