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Operación Dragón

Actualizado a

Dicen en Iquique, el equipo de Primera que más gasta en traslados, que la única manera de que el club subsista es con una buena planificación. Y para el 2016 habían contemplado apretar el cinturón al máximo.

Sabían que el estadio Tierra de Campeones, donde la gente temía ir por los daños estructurales que tenían las tribunas después del terremoto, iba a ser demolido. La mudanza a Alto Hospicio, programada para abril, provocaría gastos por el acondicionamiento del recinto. Y los hinchas iquiqueños, a quienes ya les daba lata ir al Tierra de Campeones, no iban a "subir" a la comuna vecina. Por lo tanto, las recaudaciones serían menores.

El equipo dejaba un buen sabor de boca a fines de 2015, pero le faltaba concretar. Cosechó muchísimos empates con gusto a triunfo. Había convicción en la mano de Jaime Vera y en el plantel. Casi ni se reforzaron y, por el contrario, bajaron la planilla. La banca estaba compuesta casi exclusivamente por iquiqueños nacidos y críados. Se preparaban para la época de vacas flacas.

Por cierto, nadie aspiraba a ser campeón. Ni tampoco se hablaba de candidaturas al título. Aspirar a un torneo internacional y, quizás, un tercer título de Copa Chile, era algo que se circunscribía solo a los sueños. En el primer torneo, el que tenía descenso, lograron zafar.

Estaba por comenzar el campeonato actual y los Dragones Celestes recibieron un golpe duro: Colo Colo les arrebata a Michael Ríos. No había tiempo para reemplazarlo. Y la plata no alcanzaba para ir por alguien que asegurara sustituir el talento y liderazgo del volante.

Pero Iquique comenzó a sumar. Este semestre sí concretaba los goles que los anteriores se perdía. Y comenzó a cosechar fuera de casa. El equipo, que jugaba bien, no estaba cómodo en la cancha sintética de Alto Hospicio. Durante el receso se echó a correr la voz de jugar en Cavancha. Vino la locura de llevar el pasto natural del Tierra de Campeones frente a la playa y en dos meses hicieron la imposible. Trabajaron día y noche, incluídos dirigentes y el entrenador.

Hoy son líderes, con dos puntos de ventaja sobre Universidad Católica, y se medirán ante los cruzados dentro de 15 días a orillas del mar, en ese estadio improvisado, estrecho y místico donde marchan invictos. 

Lindo guión para el documental sobre una proeza. Aunque Iquique no sea campeón.