Chile se despide con una nueva derrota y consuma el fracaso
El equipo de Héctor Robles perdió por 1-0 ante Colombia y se inscribió con la peor campaña de una selección nacional en toda la historia de los Sudamericanos.
El equipo que llegó prometiendo ganar el Sudamericano Sub 20 se despidió en la primera ronda. Lo hizo en sincronía con lo que había mostrado hasta ahora: nada. Sin futbol, sin lucha, sin ideas, Chile cayó por 1-0 ante Colombia y quedó en el último lugar de su grupo. Una campaña que se inscribe como la peor de la historia en 28 torneos continentales.
No hubo hazaña. Ni siquiera un resultado que maquillara los mediocres partidos anteriores. La Rojita entró a la cancha consciente que debía ganar por dos goles para avanzar, pero nunca creyó en poder lograrlo. Siguió en la lona tras la derrota ante Paraguay, y resignada a extender la pesadilla.
Con la obligación del resultado parecía lógico esperar un Chile diferente al de los días previos. En cambio, lo que apareció en cancha fue más de lo mismo. La falta de actitud, los toques sin sentido, la incapacidad para rematar al arco. Del otro lado además tenía un rival que le demostraba la diferencia que existe entre un grupo bien preparado y otro que improvisa.
Valencia anotó el 1-0 a los cinco minutos y ahí se terminó el encuentro. Chile, tal como le ocurrió en todo el torneo fue incapaz de revertir un gol en contra, y quedó noqueado. Es cierto que se creó algunas situaciones durante el primer tiempo, sin embargo, más que inquietar a Colombia sirvieron para dejar en evidencia sus propias limitaciones.
Héctor Robles también deberá dar explicaciones al regreso a Chile. Hoy nuevamente dejó demostrado que no había nada que sostuviera su propuesta. La sensación amarga que comenzó ante Brasil, hoy también se hizo evidente: ver jugar al equipo era como volver a otro tiempo, haber retrocedido décadas.
El 1-0 no se movió en el segundo tiempo. A Colombia le bastó con algunos contraataques, y mantener el orden para cuidar el resultado. Chile esperó que sucediera algo, un disparo de Jeisson Vargas, una aparición de Iván Morales, un arranque de Ignacio Jara, pero no quedaba nada. El tiempo paso lento hasta el final. Y ahora habrá que esperar dos años para sacarse esta mala imagen.