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BETIS 1 - BARCELONA 1

Barcelona perdió la opción de ser líder tras igualar con Betis

El equipo azulgrana no mostró su mejor fútbol y terminó igualando cerca del final. Pudo quedar como líder momentáneo, pero se situó a un punto del Real Madrid, que tiene dos partidos menos.

Actualizado a
Barcelona perdió la opción de ser líder tras igualar con Betis

El Barcelona fue un fantasma. Fue dominado claramente por un Betis que lo hizo todo para ganar, pero que en cuanto logró mediante Álex Alegría el gol se replegó ante la carga desesperada final de los culés, que vieron estupefactos como no les concedían un gol en una decisión incomprensible del árbitro y de su asistente.

El balón no únicamente había superado la línea de gol claramente, sino que incluso llegó a tocar la red en la acción en la que el defensa sacó la pelota. Eso sin contar el penal que sufrió Neymar en la acción previa. Aún así, aferrado a la desesperación, Luis Suárez logró en el 90' el empate con el que acabó el partido y que priva a los catalanes ser líderes momentáneos de La Liga, a la espera de lo que haga Real Madrid ante Real Sociedad y en su otro encuentro pendiente.

Hasta aquí la crónica de sucesos, que claramente deja al ex club de Claudio Bravo como el gran perjudicado. Si entramos a hablar de fútbol también el equipo blaugrana sale damnificado, pues jugó un partido lamentable. Es tan extraño el fútbol dentro de su esencia que hasta el minuto 76, un empate hubiese calificado como milagro.

Estuvo el equipo barcelonista constantemente a merced de un Betis, que no contó con Felipe Gutiérrez, que se lo comió durante la mayor parte del encuentro a base de valentía, calidad y un derroche de piernas aplaudible. Durante tres cuartos de partido, el Barça se sostuvo gracias a Ter Stegen, la falta de puntería de los béticos y la suerte en los dos balones de Ceballos y Rubén Castro que se estrellaron en el travesaño y el poste, respectivamente de la portería del alemán.

Fallaron los cambios

Las rotaciones esta vez le salieron muy mal a Luis Enrique. Los defensas que entraron de refresco fueron un drama en la fase de salida del balón. Digne, Mathieu y Aleix Vidal se hartaron de perder pelotas y de poner en compromisos a Piqué, que fue más bombero que central.

En el medio campo Rakitic fue un fantasma. Situado como mediocentro, ni dio continuidad al juego, ni saltó líneas ni recuperó. Su partido fue un desastre. Sin un vértice en el que apoyarse, Denis perdió la magia de la última semana y Arda se fue deshaciendo a medida que pasaban los minutos.

Por no funcionar, al Barça ni le sirvió el tridente de ataque, absolutamente aislado. Unos pases de Messi, algún intento alocado de Neymar, que volvió a fallar en la definición y un Suárez desesperante que acabó maquillando su penosa actuación con un gol providencial en el límite del partido.

En cambio, en frente hubo un Betis tremendo. Un trueno en su motivación y disposición liderado por un Ceballos que reinó en el partido a sus anchas. El canterano fue un dolor de cabeza permanente para el Barcelona ya fuera iniciando la jugada, recuperando o disparando desde lejos.

El gol bético a la salida de un córner fue el justo premio al esfuerzo local y un golpe para Ter Stegen, que hasta ese momento estaba aguantando al equipo, pero que en la jugada del gol le faltó contundencia en su salida por alto.

Luis Enrique metió mano al equipo y trató de arreglar el problema colocando a Sergi Roberto, Jordi Alba y André Gomes y situando a Vidal en ataque. Y casi le sale bien si no llega a ser por la ceguera arbitral, pero hubiera sido un espejismo. El Barça fue un fantasma. Incluso cuando marcó.