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U. DE CHILE 0 - EVERTON 0

La U no remata y sólo iguala ante Everton en el Estadio Nacional

Los azules fueron mejor que su rival, pero incapaces de llevarse el triunfo. Hasta ahora suman sólo un triunfo en el torneo, y se estacan en la tabla de posiciones.

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La U no remata y sólo iguala ante Everton en el Estadio Nacional

Universidad de Chile igualó 0-0 ante Everton en el Estadio Nacional, y no hay otro resultado que refleje más su momento. Los azules dieron signos de avance, pero aún no son capaces de superar a un rival. Con un fútbol que no inquieta, y que amenaza sólo por momentos, siguen sin despegar en el Torneo de Clausura.

El primer tiempo de la U fue bueno. No avasallante, ni para ubicarlos como candidatos al título, pero sí para pensar que hay algo a que aferrarse. Gastón Fernández, aplaudido y criticado al mismo nivel, fue el que tuvo las ocasiones más claras. Un disparo sacado de forma notable por Eduardo Lobos con el pie, y otro intervenido por un defensa, pudieron haber modificado el marcador.

El problema es que hay cosas que no cambian. Los azules son incapaces de aprovechar sus buenos momentos, y atrás el murmullo es evidente cuando los presionan. Los dirigidos por Pablo Sánchez apostaron por aprovechar la fragilidad de Christian Vilches y desde el comienzo buscaron por ahí. Becerra avisó en los primeros minutos, y luego Ceratto también encontró espacios, pero su disparo se estrelló en el poste.

En el segundo tiempo equipos salieron con una intensidad y actitud similiar, pero fue la U la que lo mantuvo más tiempo. Everton tuvo la ocasión más clara con un cabezazo que sacó Herrera, pero luego los azules equilibraron la balanza, y merecieron mejor suerte, especialmente tras los cambios.

Con los ingresos de Mora, Ontivero, y Pizarro, el equipo de Hoyos se vio mejor. De hecho, los últimos diez minutos fueron quizás la mejor expresión que se le ha visto en el torneo. Había una idea, una estrategia, y cuando no, existía al menos la voluntad de revertir el resultado. El problema es que con esto todavía no basta, y la paciencia está agotada hace tiempo.