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Hernández

Tiempos difíciles

Actualizado a
Nicolás Jarry, Hans Podlipnik y Nicolá Massú.
Alex Díaz/AtonChile

Mientras los amantes del deporte siguen deleitándose con el renacer de Roger Federer y su sorprendente y unilateral comienzo de temporada, el tenis chileno vive horas de incertidumbre luego de que la elección del nuevo directorio de la federación despertara molestia y escepticismo entre los jugadores de Copa Davis y el cuerpo técnico encabezado por Nicolás Massú. Hasta ahora los tenistas están enfocados en la preparación del match ante Colombia por la final del Grupo Uno Americano pero se espera que, una vez reunidos en Medellín, fijen una posición común sobre el hecho. Por lo pronto no han querido hablar públicamente.

Para nadie es un misterio que los principales jugadores profesionales del país estaban alineados con el directorio saliente de Ulises Cerda y la mayoría de los actores relevantes de este deporte eran partidarios de un relevo que salvaguardara su labor. La realidad, sin embargo, determinó la bajada de Javier Jadue, el candidato continuista, y la totalidad de sus directores. El consenso no se concretó y las asociaciones Santiago y Oriente, que agrupan a más del 75% de los jugadores del país, no presentaron otro candidato tras la decisión de Jadue. Así desde este sábado el talquino Oscar Rojas es el nuevo presidente de la Federación de Tenis de Chile.

La elección de Rojas es irreprochable en lo legal y administrativo. Pero su llegada se produce en un ambiente crispado, de profunda desconfianza. El dirigente talquino es un perfecto desconocido para la mayor parte de los jugadores jóvenes, seniors y profesionales del país.

El ex tesorero del Club de Tenis de Talca y presidente de la asociación de esa ciudad, se trata de un dirigente joven que a fines del año pasado, en tiempos difíciles, fue capaz de organizar un torneo futuro. Según quienes lo conocen, tiene ganas, está dispuesto a trabajar y le ha pedido ayuda a gente influyente en el tenis local. ¿Por qué entonces no darle una oportunidad? ¿Acaso no cabe el beneficio de la duda y su gestión puede ser exitosa? El problema es que no pocos miembros de su directorio trabajaron con José Hinzpeter o fueron muy cercanos su administración. Además, un par de ellos, tienen causas abiertas con la justicia. Un panorama desolador.

El 17 de enero, dos meses antes de la elección, la lista ganadora se reunió en un encuentro privado con el directorio saliente, más Ríos, González, Massú, Pinto, Fillol y Gonzalo Lama, este último en representación de los jugadores del equipo de Copa Davis. En la cita, a Rojas y compañía se le planteó la necesidad de alcanzar un consenso y respaldar la continuidad del proceso que encabezaría Jadue. Fernando González fue uno de los más enfáticos. De nada sirvió. Ya sabemos cómo terminó la historia el pasado 1 de abril.

¿Está Hinzpeter de vuelta a través de sus redes? Quienes tuvieron contacto con el ex presidente durante el tiempo que estuvo alejado del tenis sostenían que seguía articulando y preparando el regreso vía dirigentes afines. Por lo visto algo de eso hubo. Y definitivamente no es bueno. Que no se olvide que la gestión deportiva de su administración dejó muchísimo que desear. Por otro lado, los cuestionamientos a su manejo financiero fueron motivo de una querella cuyos avances se desconocen.

Otra de las aprensiones respecto del nuevo directorio es su composición netamente provinciana. Ante la deserción de las asociaciones capitalinas, la mesa quedó integrada solo por dirigentes regionales. Una distribución que atenta contra los equilibrios y su proximidad con el tenis santiaguino que, guste o no, es piedra angular del desarrollo interno. Que las asociaciones Santiago y Oriente no estén representadas es una pésima noticia y revela la profunda división que existe en este deporte. ¿Podrá el nuevo presidente dirigir la Federación a 300 kilómetros de distancia?

Si el directorio electo no tiene el apoyo o la confianza de los jugadores de Copa Davis y los principales referentes de la historia, el tenis chileno está en el peor de los mundos. Hoy nada se puede adelantar, el pronunciamiento llegará desde Medellín, pero los vientos no se ven favorables e incluso pueden terminar en un huracán categoría 5. Mientras tanto, como tantas veces, la visibilidad de nuestro tenis sigue dependiendo del esfuerzo individual de los jugadores profesionales. Una verdadera pena.