El triste presente de Carreño que lo aleja de Universidad Católica

Hubo un tiempo en el Jaime Carreño era una de las promesas más importantes para Universidad Católica. Con sólo 18 años el volante se había ganado un puesto de titular con Mario Salas, y se transformó en uno de los pilares del equipo que se coronó campeón en el Torneo de Clausura 2016. El futuro era inmenso.

Pero algo pasó después. Todas las expectativas que existían sobre él, los elogios a su cáracter y a su gran capacidad de juego, se fueron olvidando. A mitad de año Salas decidió reforzar esa zona con Enzo Kalinski, y el juvenil, que llegó a los 12 años a San Carlos, fue el principal  damnificado.

Su participación en el bicampeonato fue menor, casi escasa, y hubo señales en el medio que hicieron más complicado el momento. Salas optó no citarlo en varios partidos por decisión técnica, y algunos que antes aparecían detrás de él como Fabián Manzano y Carlos Lobos fueron ganando terreno.

Carreño acusó el golpe. Su nivel en cancha nunca fue el mismo que en ese primer semestre, y en San Carlos de Apoquindo no fueron pocos los que lo encontraban distinto, extraviado e irritado por su presente. Se habló una pelea con Mario Salas, pero el volante lo descartó. “Se han dicho muchas cosas que no son verdad. Con el ‘profe’ yo tengo una buena relación”, se defendió.

El 2017 apareció así como la oportunidad de un nuevo comienzo, pero hasta ahora las cosas han ido de mal en peor. Luego de integrarse al equipo tras el fracaso de la Roja en el Sudamericano Sub 20, el mediocampista ha jugado sólo 82 minutos, y la última vez que saltó a la cancha fue el 12 de marzo pasado. Desde ahí, Carreño ha tenido que observar desde afuera, consciente que el tiempo y las posibilidades se empiezan a agotar.

U. Católica

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