HISTORIA

Hitler: su hermana Paula, pieza clave en su investigación

Paula jamás se interesó por el movimiento nazi. Hitler llegó a pedirle incluso que se cambiara el apellido

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Adolf Hitler: su hermana Paula, pieza clave en su investigación. Foto: Wikipedia

Adolf Hitler, uno de los más grandes genocidas de la historia, nació el 20 de abril de 1989 fruto del matrimonio de Alois Hitler y Klara Pölzl y tuvo cinco hermanos.

Tres de sus hermanos, Gustav, Ida y Otto, eran mayores que él y otros dos, Edmund y Paula eran más pequeños. Además, tenía dos hermanastros, Alois y Angela, producto del primer matrimonio de su padre. De todos ellos, fue su hermana Paula la única que, junto a Adolf, alcanzó la mayoría de edad. El resto murieron antes de cumplir los diez años.

La relación entre los hermanos nunca fue fluida, Paula jamás se interesó por el movimiento nazi. Tanto es así que Hitler llegó a pedirle incluso que se cambiara el apellido de Hitler a Wolf. Ella finalmente lo hizo, pero no sirvió de mucho ya que todo el mundo sabía quién era.

Aunque solo se veían una vez al año, Paula fue una pieza clave en la historia ya que ayudó a desentrañar algunos secretos del comportamiento de Adolf Hitler mediante la revelación de secretos sobre su infancia y costumbres.

Una familia distanciada

Paula se mudó a Austria tras dejar Múnich, aunque nunca dejó de disfrutar del dinero que mensualmente le enviaba su hermano. En algunas ocasiones, según ella misma revelaba, le enviaba galletas o caramelos junto al dinero.

Un oficial de inteligencia estadounidense localizó el paradero de Paula en el año 1945. Aunque en un principio se negó a colaborar en un interrogatorio, finalmente colaboró desvelando algunos aspectos de la vida de su hermano.

Entre las muchas curiosidades que reveló sobre el líder nazi destacó que nunca le gustó la carne, que jamás se sintió identificado con su familia al considerar que él únicamente le pertenecía a su pueblo y que recibió una buena formación católica.

Paula aseguraba que su hermano siempre estuvo muy distanciado de los suyos: “es como si no existiéramos, como si Hitler nunca hubiese tenido familia”.

La hermana pequeña del dictador nunca formó parte del partido de su hermano ni mostró interés alguno por el movimiento nazi. Trabajó como secretaria en un hospital durante los años que duró la guerra. Cuando todo acabó fue retenida por el servicio de inteligencia estadounidense pero fue liberada poco después al no existir ningún cargo contra ella.

Tras conseguir un trabajo en una tienda de arte de Viena, se trasladó a Berchtesgaden. Permaneció soltera toda su vida y vivió sola hasta su muerte el 1 de junio de 1960.