Colo Colo perdona y le deja en bandeja el título a la U

Colo Colo comenzó el domingo a dos triunfos de alcanzar la estrella 32° de su historia, y lo terminó en el segundo lugar, detrás de la U, a una fecha del final. Pasó que los albos igualaron 1-1 ante Antofagasta en el Monumental cuando no podían tropezar, y le entregaron en bandeja al archirival la posibilidad de alcanzar el trofeo del Torneo de Clausura, luego de su triunfo en Rancagua.

Lo que ocurrió hoy en Macul seguirá dando vueltas durante largo tiempo en la cabeza de Pablo Guede. Los albos tuvieron las mejores ocasiones, dominaron gran parte del encuentro, pero fueron incapaces de sostener la ventaja obtenida gracias al gol de Octavio Rivero. Una mala salida de Álvaro Salazar a los 86 minutos, le permitió a Gonzalo Villagra igualar la cuenta, y modificar el orden de la tabla.

Lo peor para los hinchas albos fue que la historia comenzó de la mejor forma. Ante 40 mil personas y con el impulso de la victoria en Viña la semana pasada, Colo Colo salió arrasar con su rival. Antes de los cinco minutos Jaime Valdés había probado en dos oportunidades de media distancia. Y al cuarto de hora, Manuel García era sin lugar a dudas la gran figura del encuentro. El portero estuvo notable para salvar en cuatro ocasiones su arco, sin embargo, no pudo hacer nada para evitar el 1-0 del uruguayo.

Hasta ese momento Antofagasta no representaba ninguna amenaza. Tal como estaba previsto, los 'Pumas' plantearon un partido en el que no pasara nada, sólo los minutos, y cuando quisieron tantear más allá de la mitad de la cancha ya era tarde: estaban abajo en el marcador.

La buena noticia para Antofagasta era que aún quedaba un tiempo y Fernando Vergara lo aprovechó. Decidió el ingreso de Bryan Carvallo para generar más juego y Colo Colo respondió con la sorpresiva salida de Octavio Rivero. La jugada le resultó mejor a la visita, que se acercó con peligro al área alba al inicio del complemento. Primero con arranques aislados de Araos y Droguett, y luego con un cabezazo de Orlando que fue sacado en la línea por el portero Álvaro Salazar.

Esa jugada pudo haber servido como una señal de alerta, pero Guede no tuvo claridad para anticiparla. Los últimos diez minutos se transformaron así en un martirio para los locales, que exhibían dudas, nervios, y sólo tenían de su lado el resultado. No fue suficiente, y así quedó claro a los 86 minutos. Una mala salida de Sálazar, el portero que había respondido hasta ahí siempre, le permitió aparecer solo a Gonzalo Villagra y establecer el definitivo 1-1. Un gol que celebraron como propio en Rancagua.