WARRIORS 136 - SPURS 100 (2-0)
Los Warriors no tienen piedad y arrasan con los Spurs
El choque se rompió en el primer cuarto. Los Warriors fueron superiores de principio a fin en un partido sin historia.
Fácil. Demasiado fácil. Puede que el segundo partido de una final de conferencia más descafeinado de la historia (puede...). Los Golden State Warriors salieron, trotaron, sonrieron y volvieron a los vestuarios con un 2-0 que les deja a solo dos partidos de sus terceras Finales consecutivas. Sin Kawhi Leonard sobre el parque, los Spurs sufrieron física y moralmente un maltrato que llegó a los 41 puntos y terminó en 36. Una paliza sin miramientos de estos villanos NBA que van completando retos por la Liga con una facilidad verdaderamente insultante.
Una paliza de la que, por cierto, se salvó Jonathon Simmons (22 puntos, enorme en el primer cuarto), que busca como loco un buen contrato para los próximos años (tiene cuatro hijas y una historia que merece la pena) y se lo está ganando a pulso.
Con Simmons y cuatro más. Unos Spurs sin respuestas (ni ideas...) fueron a la deriva desde el salto inicial. Con un LaMarcus fallón (ocho puntos) y un quinteto que pierde libra por libra en todas las posiciones sin el pegamento de nombre Kawhi, los Warriors pasaron por encima como un avión. Los triples de Stephen Curry (29+7+7 para el dos veces MVP; y de casi todos los demás: empezaron 7/10 desde la larga distancia), las canastas sencillas y el movimiento de balón adecuado fueron argumentos más que suficientes para dejar en la lona a unos Spurs inertes.
"No hemos salido a jugar. Nos hemos dado pena a nosotros mismos. Necesitamos que nos den una bofetada y salir a por el tercer partido para ver quiénes somos", dijo tras el encuentro un Gregg Popovich enfadado con la actitud de los suyos. "No creo que haya sido solo un jugador que haya influenciado al resto. Como grupo, nos hemos decepcionado a nosotros mismos", añadió.
Con la incógnita de Kawhi como primera clave (aún no se sabe si podrá estar o no en el tercer partido), los Spurs tienen hasta el sábado para recuperar energías y, sobre todo, sensaciones. Lo que ocurrió ayer en el Oracle fue de todo menos un partido digno de final de conferencia...