Los servicios de emergencia junto con numerosas ambulancias se han desplazado a los alrededores del estadio, donde se concentraban unas 20.000 personas para escuchar a la artista estadounidense.
Los servicios de trenes han sido suspendidos en la estación Victoria en Manchester, que está junto al estadio, y todas las líneas han sido cortadas tras el suceso.
"Todo el mundo estaba gritando y corriendo, el suelo estaba repleto de abrigos y teléfonos móviles. La gente simplemente lo arrojaba todo", relató a la BBC Robert Tempkin, de 22 años.
Algunos de los residentes en viviendas cercanas describieron en las redes sociales cómo la policía les pidió que se alejaran de las ventanas antes de la detonación controlada.