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PREVIA FINALES NBA

No va más: LeBron James contra los Warriors, capítulo III

Warriors y Cavaliers se lanzan desde esta noche hacia la primera trilogía de la historia de las Finales. La venganza y redención de los primeros o el asalto de LeBron al trono de Michael Jordan.

OaklandActualizado a
No va más: LeBron James contra los Warriors, capítulo III
Twitter/Warriors

Hace un año, entre el 2 y el 19 de junio de 2016, la NBA contuvo la respiración durante una de sus Finales más increíbles de todos los tiempos: Golden State Warriors, campeón en 2015 y el primer equipo capaz de ganar 73 partidos en una fase regular (73-9), dejó escapar un 3-1 a su favor, lo nunca visto en la lucha por el título, con tres derrotas seguidas, dos en su pista y la última en el último minuto de un séptimo partido agónico al que se llegó con un marcador global en toda la eliminatoria de 699-699. LeBron James obró el milagro (en la remontada sísmica de los últimos tres encuentros promedió 36,3 puntos, 11,6 rebotes y 9,6 asistencias) y, con tres anillos en siete finales, empezó a alimentar un debate que parecía prohibido solo días antes: ¿está en condiciones de terminar su carrera como mejor jugador de la historia del baloncesto?

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Después de una temporada de anticipación perpetua durante la que Warriors y Cavs se han medido desde sus respectivos lados del país con un nivel de escrutinio y fiereza obsesiva que no se recordaba desde los Lakers-Celtics que reinventaron la NBA en los 80, solo queda una pregunta a las puertas de la madre de todas las batallas, capitulo III: ¿se puede mejorar algo como lo que vimos hace 12 meses?

Lo cierto es que eso parece: dos rivales convertidos en enemigos vuelven a encontrarse a partir de esta noche, por primera vez la misma final tres años seguidos; Efectivamente el Lakers-Celtics de esta era, veremos con la perspectiva del tiempo si incluso más que eso. A la catástrofe de hace un año respondieron los Warriors con el fichaje de Kevin Durant. Y a semejante bomba de neutrones contestaron los Cavaliers, la plantilla más cara de la historia, con las llegadas sobre la marcha de dos veteranos con pasado all Star (Kyle Korver y Deron Williams) y un número 1 de draft y ex de los Warriors, ese Andrew Bogut que no jugará por lesión y que habría sido sin duda uno de los focos emocionales de esta Final. El rearme de los dos bandos, con la mirada fija en lo que desde hoy será una trilogía, debería entregar una eliminatoria por el título memorable, la primera con once all stars desde 1983 (siete en la última edición).

Todo el mundo quería este desenlace, aunque el precio ha sido alto a través de una Regular Season con aspecto de decorado de cartón piedra y unos playoffs pasados por agua en los que los Cavaliers solo han perdido un partido (12-1) y los Warriors se han convertido en el primer equipo que llega 12-0 a la final: el 24-1 conjunto también es lo nunca visto y el motivo de que estos de 2017 podrían cerrar como los playoffs más cortos de la historia: con el actual formato nunca se había bajado de 79 partidos (en 2007) con una media de 84,4. A la final de esta liga tremendamente bipolar se ha llegado en 78.

La esperanza a partir de esta noche es que esta colisión histórica compense el destrozo que han provocado los dos colosos en las rondas anteriores. Debería ser así: LeBron (lidera el total de las dos últimas Finales en puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones) juega su octava Final, la séptima consecutiva, con la mirada legítimamente fija en el trono de Michael Jordan. Los Warriors del big four imposible (Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant, Draymond Green) solo han perdido un partido desde el 11 de marzo (27-1) y pueden asentarse con otro título entre los mejores equipos de siempre: en las tres últimas temporadas acumulan 250 victorias, playoffs incluidos. Lo nunca visto, como su +16,3 en diferencia de puntos o el 120,7 de rating ofensivo de los Cavaliers, ambos récords absolutos en un camino hacia una Final. Una que puede ser la mejor de siempre porque uno de estos dos equipos perderá, entre esta noche y la del 18, cuatro partidos. Parece imposible, la paradoja de la fuerza imparable contra el objeto inamovible, pero así tendrá que ser. Los Warriors contra LeBron, LeBron contra la historia. Capítulo III. No va más.