El brutal caso de la enfermera apuñalada en Las Condes: qué pasó y quiénes son los culpables

En junio del año pasado ocurrió uno de los crímenes más confusos del último tiempo. El 26 de ese mes, la enfermera Pola Álvarez fue atacada con 11 puñaladas en distintas partes de su cuerpo, cuando se dirigía a su casa tras salir de la Clínica Cordillera Las Condes. El atentado lo cometió un sujeto con casco de motocicleta, que la esperó en el camino y que sostenía un celular en el que se veía una foto de ella.

Álvarez debió ser operada de urgencia, logró sobrevivir y ahí comenzaron las investigaciones. Hoy, hay dos personas en prisión preventiva por el homicidio frustrado. Una es Patricia Henríquez, ex compañera en la clínica; y el otro es Enrique Hanson, su pareja y autor confeso.

Tras el ataque, Álvarez señaló en ese momento a Canal 13 que “al principio pensé que era un asalto. Nunca asocié mi foto con nada raro, hasta que sacó el cuchillo. Le digo: ‘llévate todo’. Y lo primero que hace con el cuchillo es darme y me lo entierra (...) cuando caí empezamos a forcejear, porque yo intentaba que él no me apuñalara. No fue un amedrentamiento, fue directamente para asesinarme”.

“Nunca lo había visto (a Enrique Hanson), pero ya sabía que era mi compañera de trabajo (Henríquez) quien lo había mandado. Pensé que era un sicario”, dijo Álvarez. Según las investigaciones posteriores, el delito se habría originado por la actitud que tomó ella tras asumir una jefatura en urgencias. Henríquez, presunta autora intelectual del crimen, compartió una carta donde señalaba que tenía un trato “despectivo”. Esta habría sido la razón.

¿Qué dijeron los imputados?

“Nunca en mi vida imaginé que iba a estar presa y más encima injustamente, porque yo soy inocente. No han tenido pruebas en mi contra, no las hay, ni las habrá. Nunca la he amenazado ni la he tratado mal”, señaló Henríquez a CHV.

Hanson, en prisión preventiva, explicó su versión: “Me presenté como el esposo de Patricia y ella dijo que yo no tenía nada que hacer ahí y me empezó a insultar. Puede ser por el tema de descontrol de la ira (que se abalanzó sobre Álvarez), producto de que yo también manejo un cuadro de depresión de larga data”.

Luego, finalizó diciendo que Henríquez no había sido la autora intelectual del ataque, sino que él había decidido actuar de esa manera, y declaró: “Si usted me dijera que la pena va a ser de 10 años. Conforme. Estaría tranquilo, puesto que no me siento preso. Me siento en vacaciones pagadas, me siento como si estuviera en la playa”. El juicio oral, que esclarecerá por fin el caso, será en marzo del próximo año.