El resultado más improbable que se puede dar en la segunda vuelta de las Elecciones 2025 en Chile
La legislación chilena contempla un escenario posible, aunque extremadamente improbable: un empate en la segunda vuelta presidencial.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Chile se definirá este domingo 14 de diciembre entre José Antonio Kast y Jeannette Jara, en una jornada donde el sufragio es obligatorio.
Aunque el sistema busca consagrar a un ganador con mayoría absoluta (debe obtener el 50% de los votos válidamente emitidos) algunos ciudadanos se preguntan qué sucede si ambos candidatos obtienen exactamente la misma cantidad de votos.
¿Es legalmente posible un empate en la segunda vuelta?
Sí, un empate en la segunda vuelta presidencial está contemplado por la Constitución chilena, aunque su probabilidad es mínima. La carta fundamental establece que resultará electo quien obtenga el mayor número de votos válidamente emitidos. Por tanto, un solo voto puede definir al nuevo presidente.
En caso de igualdad absoluta, la actual legislación no entrega una solución específica para dirimir al ganador. Según el académico Mario Herrera, del Instituto de Gobierno de la Universidad de Talca, en ese caso “serán los tribunales electorales los encargados de determinar quién es el ganador”.
El rol clave del Tribunal Calificador de Elecciones
El proceso de conteo no concluye el mismo día del balotaje. Primero, se realiza un escrutinio en las mesas. Luego, los colegios escrutadores revisan las actas el lunes siguiente, y finalmente el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) realiza su propio escrutinio con los documentos oficiales enviados desde cada mesa
Este tribunal es el único autorizado para proclamar legalmente a los ganadores, incluso cuando haya diferencias mínimas entre los votos. Además, cualquier ciudadano puede presentar reclamaciones de nulidad ante el Tricel, como lo establece la ley 18.700
Empate técnico no es lo mismo que empate real
Expertos advierten que el llamado “empate técnico” en encuestas no implica igualdad en las urnas. Se refiere a que las diferencias entre candidatos están dentro del margen de error del sondeo, por lo tanto, solo el conteo oficial puede determinar con certeza al ganador.