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La Araucanía y el desafío de la permisología: Proyectos clave para impulsar el desarrollo económico regional

El rechazo de las iniciativas obedece a criterios políticos más que a fundamentos técnicos.

La permisología está retrasando proyectos clave en la región de La Araucanía, bloqueando oportunidades que podrían revitalizar la inversión y fomentar el desarrollo económico. Esta zona, una de las más afectadas por la pobreza en Chile, enfrenta una profunda crisis que se ve agravada por la falta de dinamismo económico.

En los últimos 11 años, la región ha dejado de recibir inversiones por un total de USD 4,343 millones debido a proyectos no aprobados, lo que ha tenido un fuerte impacto negativo en la generación de empleo y en el desarrollo económico local.

En detalle, el gobierno del Presidente Gabriel Boric, es uno de los gobiernos donde menos proyectos se han ingresado al sistema, siendo 63 los registrados, 11 aprobados, y 52 rechazados, es decir, el 83% de los proyectos no se pueden ejecutar, en comparación con Michelle Bachelet (106) y Sebastián Piñera (130). Es decir 50% menos respecto a SP2 y 41% menos que Michelle Bachelet 2.

A pesar de este panorama, aún existen proyectos a la espera de una nueva evaluación para su aprobación. De concretarse, representan un aporte significativo para reactivar la economía regional y mejorar la calidad de vida de las personas.

Desde la Multigremial de La Araucanía, su directora, Claudia Lillo Echeverría, asegura que existe la necesidad urgente de implementar medidas que garanticen resultados efectivos y plazos concretos.

“Consideramos que se pueden disminuir los plazos de manera contundente, y debe existir consecuencias respecto al incumplimiento de estos. No solo debe ser una promesa de mejoramiento, sino que dar mayor certeza de que efectivamente se va a producir mediante obligaciones perentorias, una mayor simplificación y desburocratización de todo el proceso de aprobación, incluyendo la eliminación de trámites de escaso aporte”.

Proyectos que aportan al desarrollo económico de la región de La Araucanía

Proyecto Embalse 1, 2 y 3 del Fundo Nilpe

Esta iniciativa, liderada por la empresa Agrícola Galvarino, en la que participa el presidente de la CPC, Juan Sutil, busca la construcción de tres embalses de acumulación destinados al riego agrícola. El proyecto tiene como objetivos generar empleo para 250 personas, incrementar la inversión en la región y fomentar el desarrollo local. Su ejecución está prevista en tres etapas entre 2023 y 2025, con una vida útil estimada de 50 años.

A pesar de su gran potencial para contribuir a la reactivación económica de la región de La Araucanía, el proyecto fue rechazado de manera unánime por la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA). La razón principal del rechazo radica en la ausencia de un baño químico con planta de tratamiento destinado al uso de un inspector que, según la normativa, debe inspeccionar el pretil del tranque anualmente.

Sin embargo, en la práctica, estas inspecciones son esporádicas y pueden transcurrir años sin realizarse. Por ello, se propuso la instalación de un baño estándar, similar a los utilizados en proyectos aprobados en otras regiones en años recientes, y así cumplir con los requisitos regulatorios.

“El rechazo de este proyecto, aparentemente motivado por razones políticas, representa una oportunidad perdida para la región de La Araucanía. No solo se dejó de lado una inversión significativa, sino también la posibilidad de generar 250 empleos estables, que habrían impulsado de manera positiva la economía local y transformado la vida de muchas familias en la región”, dijo Lillo.

Proyecto WTE Araucanía

Otro de los proyectos rechazados, en dos ocasiones por el Comité de Ministros, es Waste To Energy (WTE) Araucanía, a pesar de cumplir con toda la normativa vigente.

Este proyecto propone reducir significativamente los residuos domiciliarios mediante un innovador método que transforma los desechos no reciclables en energía. Se presenta como una solución sostenible para gestionar las 330 mil toneladas de residuos generados anualmente en la región, aliviando la presión sobre los vertederos locales, que actualmente están al límite de su capacidad. Esta crítica situación ha obligado a trasladar los desechos a otras regiones del país, como Biobío y la ciudad de Los Ángeles.

Además de ofrecer una respuesta efectiva para la gestión de residuos sólidos, Waste To Energy (WTE) Araucanía cumple rigurosamente con los estándares técnicos y ambientales exigidos por el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA).

Es importante resaltar que este proyecto representa una de las mayores inversiones proyectadas en la comuna de Lautaro en los últimos 25 años, con un enorme potencial para generar impactos positivos tanto en la economía como en la sostenibilidad de la región.

“Instamos al Tribunal Ambiental, que próximamente deberá resolver sobre la reclamación presentada por este proyecto (WTE), a que evalúe esta situación con base en los hechos técnicos y ambientales, y no en motivaciones políticas que solo buscan entorpecer el desarrollo de la región”, señaló Lillo.

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