Mientras Chile regulariza la inmigración, Perú toma una drástica medida: ya es oficial

El gobierno de Perú, encabezado por Dina Boluarte, aprobó la expulsión de extranjeros que no se identifiquen ante la autoridad. La medida incluye un proceso de identificación biométrica para generar antecedentes migratorios, sin regularizar la situación de los afectados. Desde el Ejecutivo peruano, sostienen que esta decisión fortalece la seguridad interna y protege al Estado.

En contraste, Chile anunció una regularización acotada que beneficiará a 182 mil migrantes irregulares que ingresaron entre 2018 y 2022. Este proceso permitirá identificar a los extranjeros, formalizar su situación y analizar su impacto en la seguridad y economía del país. Según el subsecretario del Interior, Luis Cordero, Chile ha sido el país que menos ha regularizado migrantes en la región, en comparación con Colombia, Ecuador y Argentina.

Cordero aclaró que la medida busca garantizar un control efectivo, afirmando que “este no es un problema de la administración anterior; es una realidad que el país debe enfrentar”. Además, enfatizó que los beneficiarios tienen una mayoría en edad productiva y que al menos un tercio posee estudios superiores.

Expertos coinciden en que ambos enfoques pueden ser complementarios. Francisca Vargas, directora de la Clínica Jurídica UDP, señaló en Emol que la regularización también requiere la identificación de migrantes, similar a lo que Perú está implementando. “Una cosa no quita a la otra. La identificación es clave para cualquier política migratoria”, aseguró.

Mientras Perú adopta un enfoque más restrictivo, Chile avanza hacia una política de integración y control migratorio. Ambas decisiones evidencian la necesidad de soluciones regionales para gestionar los desafíos migratorios en América Latina.