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Milei quiere copiar esto del modelo chileno y la clave está en los supermercados: se acaba un sello de Argentina

“Esta es la Argentina de los empresarios de bien, los que generan riqueza sirviendo al prójimo con bienes de calidad a un mejor precio”, afirmó el Presidente.

Mariana NedelcuREUTERS

Desde su llegada al poder, el presidente argentino Javier Milei ha revolucionado las tradiciones políticas del país. Su administración dejó de lado la inauguración de obras públicas, uno de los sellos más comunes de los mandatarios argentinos, para concentrarse en eventos privados. Este enfoque ha generado tanto admiración como críticas, especialmente por su promesa de aplicar un modelo económico inspirado en Chile.

Inauguraciones privadas: un símbolo del cambio

Milei ha optado por presidir actos de inversión privada en lugar de eventos estatales. El pasado 5 de diciembre, inauguró en Mar del Plata la mayor sucursal de la cadena de supermercados Coto, un proyecto que generó 800 empleos y demandó una inversión de 50 millones de dólares. Durante el acto, el mandatario destacó la importancia de la propiedad privada y el fin de lo que denominó “chamanismo económico”.

“Esta es la Argentina de los empresarios de bien, los que generan riqueza sirviendo al prójimo con bienes de calidad a un mejor precio”, afirmó Milei. Además, arremetió contra los modelos económicos anteriores, refiriéndose a políticas intervencionistas como la Ley de Góndolas y los controles de precios que, según él, llevaron a desabastecimiento y crisis.

Un recorte histórico en la obra pública

El rechazo de Milei hacia las obras públicas no se limita al discurso. Desde el inicio de su mandato, su administración ha recortado el gasto en infraestructura en un 82,3% en términos reales, dejando sin financiamiento más de 2.000 proyectos, según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

Aunque esta decisión ha sido clave para avanzar hacia el superávit fiscal, las consecuencias no han tardado en aparecer. Gobiernos provinciales reclaman fondos para el mantenimiento de rutas y obras esenciales, como la ruta 7, que conecta Argentina y Chile. El mal estado de esta vía ha provocado numerosos accidentes, generando críticas y preocupación entre los ciudadanos.

El modelo “a la chilena”

Milei ha reiterado su admiración por el modelo chileno de concesiones, donde el sector privado asume gran parte del desarrollo y mantenimiento de infraestructuras. Este sistema, implementado en Chile desde los años 90, ha permitido el desarrollo de carreteras, hospitales y aeropuertos a través de asociaciones público-privadas, reduciendo la carga financiera del Estado.

Sin embargo, el desafío de trasladar este modelo a Argentina radica en las diferencias estructurales entre ambos países, especialmente en el nivel de confianza y estabilidad institucional necesarios para atraer inversiones de largo plazo.