¿Por qué Chile se llama Chile? Cinco teorías que explican nuestra identidad nacional
Desde voces quechuas hasta sonidos de aves, diversas hipótesis intentan descifrar el significado de la denominación que adoptamos oficialmente en 1824.
Ciertos aspectos de nuestra identidad pasan desapercibidos en la cotidianidad acelerada, sin generar cuestionamientos profundos. Entre estos elementos se encuentra la denominación de nuestra nación. ¿Por qué Chile se llama Chile?
Respecto al nombre que distingue a nuestro territorio existen múltiples hipótesis explicativas. Lo establecido con certeza es la fecha en que el país adoptó formalmente esta designación. Fue el 30 de julio de 1824, cuando el director supremo Ramón Freire firmó un decreto en tal sentido.
El origen de Chile...
Una primera versión se vincula con comunidades ancestrales nacionales. La denominación derivaría de la expresión quechua utilizada por los aymarás Chili o Tchili, que significa frío o nieve. Académicos alternativos han propuesto que la raíz podría hallarse en la locución también quechua que define “Confín”, como los incas llamaban a la parte del sur de su imperio.
Otra interpretación del término Chile igualmente se relaciona con la presencia incaica en la región central antes del arribo hispano. El nombre obedecería a un grupo de indios mitimaes traídos por ese pueblo al valle de Aconcagua y eran provenientes de una región de Perú con un río con ese nombre.
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Existe además una explicación onomatopéyica sobre la génesis denominativa. Provendría del canto de un pájaro que se llama trile, el que emite un sonido parecido a “¡chile, chile!”.
La teoría más probada
La interpretación más reconocida actualmente implica doble significado. Correspondería al fonema aymará Chili que posee las acepciones “confín del mundo” y “el lugar más alejando o más hondo de la tierra”.
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