Si alguna vez viste el lago Tititaca, no podrás creer cómo luce hoy en día: su retroceso es dramático
Enclavada en plena cordillera de los Andes, la masa de agua dulce padece los rigores de una prolongada sequía.
El lago Tititaca era considerado una deidad por los pueblos indígenas que vivían en las orillas. Es todavía un ecosistema importante para la fauna y una fuente de agua para millones de personas. En particular, para la gente de El Alto, una pequeña ciudad a 40 kilómetros de distancia.
Por años, Tititaca fue la masa de agua dulce más grande de Sudamérica y el lago navegable más alto del mundo. Esto a raíz de su enclave en plena la cordillera de los Andes, cerca de la frontera entre Bolivia y Perú.
Retroceso dramático
Hoy, el panorama de Tititaca es completamente distinto a lo que fue antes. Los niveles de agua registran mínimos históricos y han sido empeorados el fenómeno de El Niño, que disminuyó las lluvias en la zona. Actualmente, el sector enfrenta una prolongada sequía y altas e infrecuentes temperaturas.
Manuel Flores, un agricultor de la zona aseguró que “tengo 50 años. Nunca este lago Titicaca se había secado como ahora. Esto nos afecta a nosotros, porque ya no hay alimentos para nuestro ganado y no nos podemos trasladar en bote”.
Si no se registran precipitaciones a principios de diciembre, las consecuencias las volverán a pagar los agricultores del lugar. No habrá siembra de papas, uno de los alimentos básicos de las comunidades rurales y las ciudades de Bolivia.