Chile 1x1: El tridente lideró una noche perfecta de La Roja

Chile entregó no sólo su mejor partido de la Copa América Centenario, si no uno de los mejores del último tiempo. El duelo frente a México quedará guardado en un espacio para esos duelos imborrables, como así también el equipo que salió a la cancha este sábado en el Levi's Stadium: todos estuvieron a la altura, y al final la gran figura fue el equipo.

Claudio Bravo: Tuvo el partido que necesitaba. No fue gravitante, pero cada vez que intervinó mostró seguridad. Luego de una mala fase de grupos, el arquero por fin pudo terminar con su arco en cero.

José Pedro Fuenzalida: Al comienzo sufrió con los arranques de Corona por su sector, pero se fue afirmando. Con el correr de los minutos ganó en seguridad, y en la segunda mitad incluso se atrevió más en ataque. 

Gonzalo Jara: Cada vez que intervinó mostró seguridad y cáracter. No tuvo casi errores en la salida, y junto a Medel cerraron cualquier posibilidad de peligro del débil atacante mexicano.

Gary Medel: Tuvo un partido perfecto. Como muchas otras veces fue el líder de la defensa, y respondió cada vez que fue requerido: en el juego aéreo, por abajo. El zaguero recobró el nivel que lo instala como uno de los indispensables de La Roja.

Jean Beausejour: El lateral tuvo un partido más que correcto en el que la primera tarea fue cortar el ataque mexicano por su banda. Luego, con el marcador a favor, se mostró activo arriba, sumándose a Alexis Sánchez en el ataque.

Marcelo Díaz: Fue el equilibrio, y el que inició cada ataque de Chile. De un disparo suyo vino el primer gol cuando el equipo ya dominaba, y luego con el marcador a favor fue siempre el primer pase. Estuvo preciso en la entrega y cortó los circuitos de México por el centro. Cuesta encontrar un error.

Charles Aránguiz: Donde estaba la pelota ahí estaba Aránguiz. El volante dio una clase de su polifuncionalidad para ser una pieza clave en el medio. Auxilió a Díaz cuando el rival atacaba, y luego tenía la capacidad para aparecer en la otra área. Tuvo un partido casi redondo.

Arturo Vidal: Se vistió de habilitador algunas veces, y en otras fue el primero en ir al piso. De hecho, una falta lo dejará fuera de las semifinales, pero su tarde fue casi perfecta: bien en la entrega, y también como conductor. Buscó el gol en el segundo tiempo, y lo merecía.

Edson Puch: Fue la gran duda hasta último minuto y le demostró a Pizzi que no se equivocó. Anotó el primer gol de la tarde cuando el equipo lo necesitaba, y cada vez que tuvo la pelota hizo las cosas bien. El esfuerzo también es para destacar: muchas veces colaboró en la defensa.

Eduardo Vargas: Fue la figura excluyente de Chile en Estados Unidos. El goleador demostró que está en racha y con cuatro goles regaló una actuación inolvidable. Estuvo siempre en el lugar indicado y no falló nunca ante Ochoa. Demostró en suma que es un atacante de talla mundial cuando viste la camiseta roja.

Alexis Sánchez: La estrella de Chile tampoco desentonó en la tarde brillante de Chile, y demostró que tras Panamá su rendimiento va en alza. Anotó en una ocasión, y entregó dos asistencias para coronar una goleada brutal ante México.

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Francisco Silva: Ingresó por Marcelo Díaz y cumplió de buena forma con la misma función: ser el equilibrio en el medio.

Enzo Roco: Ingresó por Gary Medel para cuidar una posible tarjeta amarilla y la diferencia no se notó: sólido cada vez que tuvo que aparecer.

Mark González: Hasta ahora no había sumado minutos en la Copa América, y tuvo la oportunidad de participar de una goleada histórica.