El campeón está de vuelta y deja a Tapia en estado crítico
Con goles de Jaime, Kalinski y Buonanotte, los Cruzados celebraron por primera vez en San Carlos y ya marchan terceros en el Apertura. Everton sigue sin ganar.
Hay noches en las que todo lo que puede salir bien, sale bien. Universidad Católica aprovechó este viernes su estado de gracia, y con una actuación tan contundente como la del clásico, venció a Everton por 3-1 para sumar su primera victoria en San Carlos de Apoquindo, y de paso dejó a Héctor Tapia en una estado crítico.
En el equipo de Mario Salas funcionó todo. Casi no hubo errores en defensa, Kalinsi demostró que postula a ser el mejor refuerzo del semestre, Buonanotte sigue encendido tras su gol ante la U, y Sebastián Jaime, que nunca había sido titular en el torneo, jugó como si fuese indiscutido.
Meritorio lo de Jaime, que desde que llegó a San Carlos de Apoquindo pasó mucho tiempo en la banca, poco en cancha, y pese al adverso escenario decidió seguir. Mario Salas lo premió como reemplazante del lesionado José Pedro Fuenzalida, y el ex Unión Española aprovechó su opción.
Al minuto, en la primera que tuvo, definió bien pero Eduardo Lobos estuvo mejor y la envió al córner. Luego, apareció otra vez y el meta volvió a ganar. Parecía que la historia no cambiaba, y que Jaime estaba destinado a salir en el entretiempo, pero él estaba convencido de otra cosa.
Insistió. Cuando los mejores momentos de Católica habían pasado. Cuando Toselli salvó la sorpresa conteniendo un disparo de Almeida, cuando Everton por fin dejaba de ser un equipo manso, temeroso, y predecible, el ariete comenzó y cerró la jugada que terminó con el 1-0. Abrió a la izquierda, avanzó Kalinsi, y Noir sacó un centro rasante para que Jaime tuviera su revancha.
El show de Kalinski y Buonanotte
Tras el descanso, la UC siguió el mismo guión del primer tiempo, pero cambiaron los protagonistas. Jaime tomó un rol secundario, y en su lugar aparecieron dos que otra vez estuvieron entre los mejores de la jornada: Enzo Kalinski y Diego Buonanotte.
El primero se juntó con Jaime a los 50 minutos para batir la resistencia de Lobos por segunda vez en la noche, y luego Buonanotte aprovechó un preciso pivoteo de Nicolás Castillo para aumentar el marcador y cerrar la historia.
Tal era la comodidad con el 3-0 y el juego, que Salas tuvo tiempo hasta para reconciliarse con aquellos que semanas atrás separó del plantel. Entró Jaime Carreño, Stefano Magnasco, y hasta José Luis Muñoz, que no había jugado ningún minuto hasta ahora, tuvo la oportunidad.
Con 20 minutos por delante, Everton sólo tuvo amor propio para no ceder más goles, pero nunca estuvo cerca de generar peligro. Ni siquiera de mostrar una idea. El descuento llegó tras un penal evitable que convirtió Sebastián Varas, pero luego, fue como si nunca hubiera pasado.