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Fútbol Chileno

El gran fracaso que hunde a la Segunda División Profesional

El proyecto de Jadue está al borde del derrumbe. Clubes con deudas, sueldos impagos y falta de apoyo de la ANFP lo tienen contra las cuerdas.

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El gran fracaso que hunde a la Segunda División Profesional

Durante estas semanas 11 de los 12 clubes que componen actualmente la Segunda División Profesional recibieron una carta de la ANFP. En ella se les notificó una denuncia de la Unidad de Control Financiero y se les citó a las oficinas de Quilín para regularizar su situación y responder ante el Tribunal por una serie de incumplimientos, entre las que destaca el no pago de una garantía mensual de $1.667.667 que se establece en el artículo 67 de las bases.

Esa fue la última señal de un problema que aún no estalla, pero está muy cerca. De hecho, este jueves a mediodía los dirigentes de los clubes se reunirán con la directiva de la ANFP liderada por Arturo Salah y le plantearán lo que ellos vienen advirtiendo desde hace tiempo: el torneo fracasó y de no haber soluciones pronto, tiene fecha de vencimiento.

El comienzo del desastre

En febrero del 2012 luego de una larga disputa con la ANFA, el presidente de la ANFP, Sergio Jadue anunció oficialmente la Segunda División. El calerano presentó su proyecto estrella como una gran oportunidad de profesionalizar la actividad, aumentar las plazas de trabajo y mejorar el nivel. Se aprobó con sólo un voto en contra (O’Higgins) y tres abstenciones y se puso en marcha con cinco equipos: Copiapó, Melipilla, Fernández Vial, Iberia, Deportes Temuco y Osorno, además de seis filiales.

Estadios en malas condiciones y con poco público son otros problemas de la categoría.
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Estadios en malas condiciones y con poco público son otros problemas de la categoría.

Tras ir probando sobre la marcha los primeros años, la categoría alcanzó el estatus actual con 12 equipos, sin filiales, y jugadores de trayectoria. Sin embargo, en el mismo periodo se comenzaron a ver los problemas: algunos clubes duraron poco, otros quebraron, mientras que el que ascendía debía pagar los 1.200 millones estipulados para subir a la Primera B.

¿Qué pasó? Así lo explica el actual presidente de Deportes La Pintana, Rubén Soza. “El fuerte era darle juego a los futbolistas menores, pero cuando se fueron liberando los cupos para tener a mayores de 23, muchos equipos contratamos a estrellas que quedaron libres de Primera A y B como Francisco Prieto, Emilio Hernández, Daniel González, y hubo que subir los presupuestos para competir”. "La idea era dar cabida al fútbol joven, pero ahora es una competencia para subir y conseguir los recursos que eso conlleva", agrega Armando Cordero, presidente de Barnechea.

"Cuando se liberaron los cupos, contratamos a estrellas y hubo que subir el presupuesto para competir"

Rubén Soza, presidente de La Pintana.

El problema es que las cuentas ya no cuadran. Sin ingresos por concepto de televisación, ni dineros importantes en venta de entradas o sponsors, los clubes comenzaron a endeudarse más de la cuenta, nublados con los millones que recibe el equipo que asciende a Primera B de parte del CDF. El problema es que es sólo un cupo.

Es lo que pasa por ejemplo en Trasandino. “Hay demoras en los pagos, y muchos tienen familia, hijos. No quiero ni pensar en cómo lo hacen los compañeros de otros equipos a los que les adeudan tres meses”, lamenta Nicolás Suárez, con pasado en Palestino y Everton. “Hay equipos que no tienen para pagar las casas que arriendan y a otros tampoco les alcanza para comprar remedios cuando se enferman”, agrega un futbolista de Santa Cruz.

El nulo apoyo de la ANFP

En marzo pasado, una comisión formada por seis equipos lograron reunirse con Arturo Salah. Era un buen comienzo. El nuevo timonel prometió buscar soluciones y se mostró abierto a rebajar la abusiva cuota de ingreso a Primera B. Sin embargo, hasta ahora no se ha avanzado en nada. “Nos siguieron dando deberes nomás”, agrega el directivo de La Pintana.

Lota Schwager está al borde de la desaparición.
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Lota Schwager está al borde de la desaparición.

La falta de apoyo del organismo, que sólo cumple con el cuerpo arbitral y pelotas para el equipo local, también es compartida por los jugadores. “Sería ideal que la ANFP colabore con algo; tiene botada a esta división. La cosa está difícil para todos y sabemos que los dirigentes se esfuerzan, pero no se puede. Es difícil mantener un club sin recursos", cuenta Diego Cuéllar, delantero de Vallenar, una de las instituciones más afectadas. 

El problema es que las señales van en otra línea. La citación al Tribunal podría determinar sanciones deportivas para algunos equipos, mientras otros están en riesgo de incluso ser descalificados, poniendo en riesgo la finalización del certamen que está en su fase nacional.

"Está la escoba; la división no es viable. Esto es realmente amateur"

Fernando Rojas, timonel de Naval.

En ese escenario, el futuro se ve peor. “En algún momento la división puede que desaparezca”, dice el timonel de La Pintana. Está la escoba; la división no es viable porque la ANFP no transparenta la situación compleja que tenemos acá. No tenemos ayuda de nadie. Esto es realmente amateur", explica Fernando Rojas, presidente de Naval, otro club con tradición que se mantiene con el peligro de desaparecer.