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Claudio Bravo es un buen arquero. Un muy buen arquero. Para mí gusto, un gran arquero, el mejor de la historia nacional. Las cifras, las estadísticas, las copas y las presencias así lo demuestran. Pero no lo está pasando bien en su primera temporada en Manchester City.

En el fútbol, la mejor actitud es la aptitud. En eso Bravo no falla. Pero el fútbol también es confianza, tanto personal como colectiva. Y el cuidavallas de la selección falla en ambas instancias.

El oriundo de Viluco es autocrítico. Seguramente sabe mejor que nadie que esta no ha sido su mejor temporada. Nadie debe decírselo. La crítica inglesa ha sido feroz, despiadada, a ratos con inusuales faltas de respeto, esas que uno no lee cuando se trata de futbolistas europeos. Ha tenido responsabilidad individual en algunos goles encajados. Uno ve jugar a Bravo en el City y la diferencia de confianza con el que se pone bajo el arco de la Roja es evidente. El que juega por Chile parece inexpugnable. Irradia seguridad.

Pero en la mayoría de los goles que le han convertido, las culpas son compartidas. La defensa del Manchester City otorga licencias enormes en cada partido. Y eso se debe a varios factores. Hay un nuevo entrenador, uno de los mejores del mundo como Pep Guardiola, pero que aún no logra adaptar su modelo al fútbol inglés. En el catalán el sistema está por sobre los nombres. Y parece que aún no logra percatarse que su notable visión de fútbol no puede ser ejecutada por cualquier jugador. Una buena melodía es básica, inspiradora, pero requiere de intérpretes destacados. No es lo mismo un equipo con Messi, Xavi, Iniesta, Busquets, Villa, Pique, Dani Alvés, Puyol, en el 2010, que Zabaleta, Otamendi, Kompany, De Bruyne, Agüero, el 2016, por buenos jugadores que sean.

En el caso de la defensa, la falta de confianza, la comunicación, la descoordinación, generan desastres como los primeros veinte minutos contra el Leicester. No sólo jugaron mal. No sólo fueron permeables. No sólo falló Bravo, con responsabilidad quizás en uno de los goles, sino que el equipo jugó como más le acomoda al once de Ranieri.

El camino en una campaña es importante para el análisis y para la evaluación. Pero lo más relevante es ver cómo termina la historia. Van 15 fechas. Son 38. ¿Alguien imaginaba en el torneo anterior, con esta cantidad de partidos jugados, que el campeón sería el Leicester?

Yo creo que no.

Por último ¿En serio creen que Joe Hart es mejor arquero que Claudio Bravo?

Ya poh.

Pónganse serios.

Hablemos en serio.