Luis Enrique habló este viernes en sala de prensa en la previa del partido ante el Espanyol en el que el Barça se juega la Liga. Estas fueron sus impresiones.
-¿Qué Espanyol espera? -El hecho de ser un derbi implica que es un partido especial. La clasificación no tiene importancia y será un partido de dificultad máxima e intensidad alta.
-Se ha hablado mucho de las declaraciones desde Málaga. De Míchel, del jeque… ¿Tiene dudas sobre ese último partido? -No tengo ni interés ni ganas en pronunciarme de estas cosas. Y seguiré con la misma línea de estos años.
-El Espanyol está tácticamente bien posicionado. ¿La batalla del centro del campo será clave? -No lo ceñiría a una zona del campo. Cada partido implica una serie de condicionantes claros pero nosotros intentamos dar la misma imagen en casa y fuera. Para nosotros no cambia el partido. Intentaremos hacer nuestro fútbol desde el principio.
-Vuelve Neymar después de tres partidos. ¿Cómo lo ha visto? -Lo he visto muy bien como siempre y preparado para competir mañana.
-¿Iniesta puede jugar? -Mañana lo veremos. Tiene unas molestias en el aductor y lo veremos mañana.
-Dijo que el partido del Madrid era una final. ¿El del Espanyol también? -A estas alturas son claves todos. Lo era el Bernabéu porque era un rival directo y ahora sólo por el número de jornadas que quedan necesitamos ganar todos los partidos.
-Recupera a Neymar. ¿Es un partido para controlar su ímpetu? -Es un especialista en aguantar este tipo de situaciones. Si hay un jugador que aguante faltas y faltas de potencial importante es Neymar, que controla bien las emociones. Pero es vital y necesario que controle las emociones en un partido como el de mañana.
-¿Le preocupa la mala racha de Suárez con el gol? -No, porque sus números no sólo hay que relacionarlos con el gol sino por las asistencias y los goles que hace. Que un jugador esté más o menos certero es una nimiedad.
-¿Es clave salir con la misma intensidad que el Espanyol? -Creo que vamos a salir como en cada derbi. Sabemos la necesidad que tenemos de rendir bien como visitantes, pero centrándonos en lo deportivo.