ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

WIZARDS 116 - CELTICS 89 (1-2)

Los Wizards aplastan a Boston

Los capitalinos acortan distancias con los Celtics (2-1) en un partido en el que hubo tres expulsados y se pitaron 8 técnicas. Un parcial de 22-0 en el primer cuarto decidió.

Actualizado a
Los Wizards aplastan a Boston
nba

Los Wizards no han dicho aún la última palabra. Con el traslado de la semifinal a Washington, los capitalianos sí lograron esta vez hacer buena la renta inicial cosechada en el primer cuarto para poner el 2-1. Un partido en el que pasaron por encima (116-89) de unos Celtics superados que ponen así fin a su racha de seis victorias consecutivas. Del 12-12 del ecuador del primer periodo pasamos al 34-12 tras un parcial de 22-0 que sentenció el encuentro. Game over. Lo que no evitó que viviéramos un nuevo y tenso capítulo de la rivalidad que ambos equipos vienen cimentando a lo largo de las dos últimas temporadas y que está viviendo su momento álgido en estos playoffs. La intensidad y los piques de Boston se mantuvieron. Tanto, que hubo tres jugadores expulsados (Kelly Oubre Jr., Terry Rozier y Brandon Jennings) y se señalaron hasta ocho técnicas. Demasiado trabajo extra para los árbitros. 

Boston fue a remolque desde el minuto 1. Dos rebotes ofensivos de los locales —que como viene siendo habitual dominaron bajo tableros (50-38)— en la primera posesión cristalizaron en una canasta de Bradley Beal. El escolta salió enchufado (convirtió los 7 primeros tantos de su equipo) y con ganas de olvidar su mal partido anterior. Los problemas de faltas le impidieron brillar, pero John Wall (24, 8 asistencias y 3 robos) sí encontró en esta ocasión otros socios que le secundaran. Media docena de magos anotaron en dobles dígitos. Cuando no dependes de la inspiración de un solo jugador, por mucho que este esté rindiendo a un nivel estratosférico, todo resulta más fácil.

Apenas habían transcurrido 106 segundos cuando Brad Stevens solicitó el primer tiempo muerto. El técnico vio venir la total apatía de los suyos... una noche más. No se puede consentir que en los tres primeros cuartos disputados hasta el momento seas arrollado con tamaña virulencia. El balance habla por sí solo: 119-70 para Washington. Quedándonos solo con este dato, es casi un milagro que los verdes manden en la eliminatoria. No siempre vas a tener a Isaiah Thomas para sacarte las castañas del fuego. El base (13 puntos y solo 8 tiros canasta) no rescató de la mediocridad a los suyos. Loz Wizards cerraron el primer cuarto con un 39-17 a favor. Pero aún mejor noticia para sus intereses fue comprobar que de esos 39 puntos, solo 8 llevaron el sello de su estrella. Otto Porter completó una magnifícia primera parte, Bojan Bogdanovic (19+10) aportó frescura y anotación desde el banquillo y Marcin Gortat (13+16) y Markieff Morris no permitieron concesión alguna en la pintura.

A los Wizards les funcionaron (casi) todas sus piezas. Hasta regresó Mahinmi para debutar en esta postemporada tras dejar atrás su lesión en el gemelo. Todo lo contrario que unos Celtics a los que nadie les sacó de su letargo durante toda la noche. Ni siquiera Marcus Smart. Pasado de revoluciones, firmó una actuación para olvidar con 8 pérdidas. Otra faceta en la los visitantes concedieron demasiado. Regalos que los Wizards supieron aprovechar para mantener en todo momento ventajas que nunca bajaron de los 18 tantos. Una renta que ampliaron hasta la treintena un par de ocasiones ya en el tercer periodo. Muchos garbage time (minutos de la basura). Demasiado. Aunque no por ello frenó el carrusel de técnicas. Todo lo contrario. Rozier y Jennings se marcharon antes al vestuario tras un pique absurdo con todo resuelto. Fue el segundo encontronazo que presenciaron Allison Schmitt y Michael Phelps, presente en la grada del Verizon. El anterior llegó aún en la primera parte. Olynyk, en su habitual rol de agitador, buscó las cosquillas de Oubre con dos contundentes bloqueos. Al segundo, el alero saltó y fue como un poseso a por el canadiense dando paso a una nueva tangana. "Es lo que hay. No nos gustan y nosotros no les gustamos a ellos". No lo digo yo, lo dice Isaiah Thomas.