Una insólita gestión de última hora tuvo que hacer Patriotas en su duelo ante Everton por la Copa Sudamericana, debido a problemas con la cancha.
En concreto, cuando faltaban 45 minutos para el inicio del encuentro, las autoridades se dieron cuenta que la cancha de La Independencia no cumplía con las medidas reglamentarias.
La demarcación del gramado superaba en cuatro metros el máximo permitido por la FIFA, por lo que incluso mientras los equipos calentaban y hasta minutos antes del inicio del encuentro, los encargados debieron rehacer las marcas.