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COPA CONFEDERACIONES

Las grandes dudas en la Roja tras los amistosos en Europa

En defensa, ataque y elaboración, el cuadro nacional evidenció claros desacoples, los que pueden costar caro con miras al torneo en Rusia.

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Las grandes dudas en la Roja tras los amistosos en Europa

No fue bueno el cierre de los partidos amistosos de la selección chilena en Europa con miras a la participación en la Copa Confederaciones. La Roja cayó por 3-2 frente a Rumania, a raíz esencialmente de un bajo segundo tiempo. Antes había igualado 1-1 ante Rusia, en Moscú, exhibiendo un nivel de juego muy por debajo del estándar que la distingue.

El debut frente a Camerún será este domingo en la capital del país euroasiático y la escuadra nacional dejó varias dudas en relación a su funcionamiento. Desacoples defensivos, en el ataque y vinculados con la generación de juego que pueden pesar durante el desarrollo del certamen, en Rusia.

Repliegue ineficaz

Solamente Gary Medel comenzó jugando en la línea defensiva de Chile en ambos partidos preparatorios. Desfilaron como acompañantes del hombre del Inter Mauricio Isla, Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Paulo Díaz, Enzo Roco y Eugenio Mena.

Si la idea de Juan Antonio Pizzi era darle actividad al resto de los defensores, el objetivo se cumplió plenamente. Sin embargo, la iniciativa actuó en contra del correcto funcionamiento de este bloque del cuadro nacional.

Ante Rusia, una selección rival que atacó muy poco, la línea defensiva se mostró con clara dificultades para el control aéreo del elenco oponente. Finalmente, contra a los rumanos, el último sector evidenció lentitud e ineficacia en cada repliegue frente a las transiciones ofensivas del cuadro local. Falencia no menor, considerando que Chile desarrolla un juego dominante, con la defensa instalada permanentemente a la altura del círculo central.  

Fallas de motor

La mirada superficial no visualiza que Charles Aránguiz es el gran eje de la Roja en la mitad de la cancha. La exhuberancia de Arturo Vidal y la ubicuidad perfecta de Marcelo Díaz confunden la observación. Pero es el volante del Bayer Leverkusen quien lidera siempre el funcionamiento del equipo.

Aránguiz se integró a la Selección con una mochila de discontinuidades en la titularidad en la Bundesliga. Parece que le está pasando la cuenta. Ante Rusia y Rumania, su actuar omnipresente no fue tal. Y el equipo lo sufrió: se extrañaron sus desdoblamientos ofensivos, su deambular permanente en la zona media ha sido menor, su apoyo a la defensa resultó menor y su claridad con el balón no ha decrecido pero sí su contacto con la pelota.

Si el motor del equipo afronta tal panorama, lo de Aránguiz puede resultar una enorme complejidad. Sin embargo, como es un jugador de jerarquía requiere de poco tiempo para ponerse en forma y no debería extrañar que vuelva ser figura en el debut, ante Camerún.

Sánchez, Vargas y...

En el ataque de Chile no hay ninguna duda en torno a la titularidad de Eduardo Vargas y Alexis Sánchez. El tercer delantero, respetando la antigüedad en el cargo, correspondería a José Pedro Fuenzalida. Pero Pizzi mostró en los amistosos que les tiene harta fe a Martín Rodríguez y a Leonardo Valencia.

Alexis jugó un tiempo contra Rusia y todo el partido ante Rumania. En ambas presentaciones dio indicios de que anda a medio tono, luego de su breve descanso tras la temporada en el Arsenal, pero igual le bastó para volver a ser preponderante. Por los puntos y en un duelo oficial, sin duda que va a ser nuevamente clave.

El caso de Vargas genera incógnitas. Procede de una inactividad final en Tigres (no jugó en los playoffs de México) y solo contra los rumanos balbuceó que podría ser otra vez el de antes. Sin embargo, extrañó su aislamiento del juego general del equipo. Es un tipo que siempre se involucra, por movilidad y capacidad para participar en la construcción. Así no fue en los amistosos en Europa.