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La Roja

Las lecciones tácticas que dejó el primer duelo ante Alemania

En el partido más complejo de Chile en la Copa Confederaciones igualó 1-1 con el campeón del mundo. El pleito dejó enseñanzas que hoy pueden ser clave.

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Las lecciones tácticas que dejó el primer duelo ante Alemania

Chile tuvo un duro desafío contra Alemania en la fase regular del Grupo B en la Copa Confederaciones. Los dirigidos por Juan Antonio Pizzi solo terminaron empatando 1-1 y el marcador reflejó la equiparidad en las acciones durante el partido.

Entonces, se esperaba un partido duro. Fue tal. Sin embargo, el poderío de los germanos, con un fútbol de pelota pegada al piso para llegar al arco contrario y retrocediendo en la cancha en pos de la seguridad defensiva, frenó la fluidez de juego habitual de la Roja.

Nuevamente, los alemanes estarán enfrente este domingo. Ahora, eso sí, el título está de por medio. Pero la primera experiencia sin duda que dejó lecciones que el equipo chileno tiene que haber guardado en su disco duro.

Juego rápido y pulcro

Alemania utiliza el Ataque construido (juego de pases) en la fase ofensiva. La idea está tan arraigada que siempre intenta salir jugando desde atrás para seguir a pie juntas la idea. Cruzando la mitad de la cancha, extienden el balón hacia los costados para lograr la profundidad. Luego viene el centro buscando a los que llegan por el medio acompañando la jugada.

Si no, los volantes centrales gestan juego por el eje de la cancha. Uno de ellos se suelta y se une a los volantes externos para elaborar. Uno de los tres mediocampistas irrumpe para generar una dupla de ataque con el centrodelantero de turno y sorprender.

La Roja sufrió estos mecanismos ofensivos. Tras una salida rápida, una apertura al costado y el centro de rigor recibió el tanto del empate. Por lo tanto, los zagueros nacionales deben dificultar los envíos desde las puntas y, lo más importante, quienes llegan con marca por el centro, actuar con extremo celo para no ceder tiempo ni espacio frente al arco propio.

Bloque impenetrable

Los germanos se echan bien atrás, esperan y cuando el balón que administra el rival está en el primer tercio de su campo, desarrollan una presión intensa. Se forma un bloque bastante infranqueable, que torna contraproducente cualquier intento de penetración mediante asociaciones en el eje de la cancha.

Si Chile insiste en el juego centralizado, habrá pocas chances de generar daño en el arco custodiado por Marc André Ter Stegen. ¿La solución? Dos conductas colectivas de juego en posesión de la pelota (Principios de juego ofensivos): Amplitud y Atacar por la puntas.

Cuando el balón se encuentre en el tercio medio, abrir la cancha, buscando los apoyos de Mauricio Isla y Jean Beausejour, para iniciar el juego en las bandas. Luego, por acciones esencialmente colectivas (combinaciones de dos integrantes o triangulaciones) buscar ganarles espaldas a los zagueros teutones en busca de la conversión.