Las 5 lecciones que se lleva la selección chilena desde Rusia

Protagonista a primer nivel

A Chile le calzaron el rótulo después del primer partido contra Camerún y supo responder a él. El discurso de los jugadores jamás fue el de esquivar al bulto y hasta el último partido, hasta el último minuto de la final, Chile fue protagonista e imprimió su sello. Chile por fin parece tener esa identidad futbolística que durante tantos años se le pidió.

A Chile lo miran de otra manera

La Roja ya no es comparsa. La nombran, la analizan y la colocan como ejemplo. A los rusos les gustó Chile, simpatizaron con el estilo, con la presión y con el ataque permanente. De alguna manera envidian al equipo de Pizzi. Son anfitriones de la Copa del Mundo y el equipo ruso no pinta muy bien.

Responder a la condición de favorito

Chile jamás claudicó los principios. Fue protagonista de principio a fin y nunca varió el discurso. Si bien Juan Antonio Pizzi le hizo el quite todo el tiempo a que lo llamaran favorito, Arturo Vidal recogió el poncho y se lo puso. “Si clasificamos al Mundial, vamos a venir a ganarlo. No vamos a venir a pasear a Rusia”.

Déficit de finiquito

Toda la contundencia que tuvo Chile en la Copa Centenario faltó en la Confederaciones. La respuesta siempre fue que mientras hubiesen oportunidades de anotar, no había de qué preocuparse. Pero la verdad es que Chile sumó un triunfo, tres empates y una derrota, con solo cuatro goles en cinco partidos. Faltó gol. Nicolás Castillo y Felipe Mora podrían tener oportunidades dentro de poco.

Dosificar

Chile tiene un plantel corto donde los suplentes no siempre dan el ancho de los titulares, como ocurrió ante Australia. Si a eso se le suma que este equipo suma tres años sin vacaciones como dios manda, el asunto se complica de cara a Rusia 2018 si es que la Roja clasifica. Fue evidente el agotamiento de Alexis Sánchez, entre otros. Por lo tanto, dosificar y sumar alternativas en los puestos clave, será la tarea para la casa de Juan Antonio Pizzi y su cuerpo técnico.