Los cambios futbolísticos en la U por la presencia de Pinilla
Se fue Felipe Mora y el ex ariete del Genoa ocupó el lugar, causando un ajuste en la pauta ofensiva de los azules. ¿Cuáles son las variantes?
Mauricio Pinilla fue el gran refuerzo en Universidad de Chile con miras al Torneo Transición. El ariete decidió poner fin a su paso por el fútbol extranjero y regresó al club donde se formó. Fichó como el reemplazante de Felipe Mora, quien partió al Cruz Azul de México.
Pinilla y Mora son dos jugadores diferentes, aunque comparten la misma posición en la cancha, el rol de centrodelantero. Con sus matices pueden definir la identidad de un equipo en ofensiva. Precisamente, este proceso ocurre hoy en la U. Por la presencia del ex ariete del Genoa, el elenco dirigido por Ángel Guillermo Hoyos empieza a jugar de otra manera.
El actual '9' del Cruz Azul es un tipo de juego a ras de piso, con recepciones al espacio tras carreras cortas o sino al pie. Esto último no lo complica, suele girar hacia cualquier flanco sin perder el balón. Perfectamente puede ser un protagonista más en la elaboración ofensiva. Tiene buena técnica individual y nunca la pelota le va rebotar en sus pies.
Pinilla posee otro perfil. Es un centroatacante 'fajador', luchador, que va a la pelea contra los zagueros rivales. No es de 'picar' al espacio, prefiere la recepción al pie y protege adecuadamente el balón, gracias a su contextura. Su despegue desde el suelo es formidable. Desde cualquier punto de la cancha, la tentación de habilitarlo por arriba es gigantesca.
El primer síntoma
El gran refuerzo de los azules debutó contra Temuco, en la victoria por 2-1 en el Nacional. Fue el atacante central en la línea ofensiva de tres integrantes que es habitual en Hoyos. Tras el encuentro, quedó la sensación de que el local se excedió en los pelotazos aéreos al delantero. Las secuencias de pases fueron más breves y esporádicas. Para atacar, y apremiados por la paridad parcial, se buscó resolver mediante un cabezazo salvador del ariete.
La presencia de Pinilla como imán para el pelotazo es una cosa, pero hay otro aspecto que también puede estar incidiendo. Ya no está Gonzalo Espinoza en el mediocampo. De dos tocadores en la línea media (Espinoza y Gustavo Lorenzetti) se pasó solo a uno.
Rafael Caroca otorga intensidad e ida y vuelta constante. También enorme compromiso defensivo y acción como un protagonista secundario en la construcción. Sin embargo, no es un 'tocador', un articulador y gestor de largas y precisas cadenas de pases. Si hay menos gestación, el pelotazo emerge como una solución lógica. Así ocurrió contra San Luis en cada envío hacia Pinilla.
¿Que pasa con los extremos?
El diseño ofensivo de la U no es complejo. Llegada a fondo con uno de los extremos y envío del centro buscando a Pinilla, es uno de los ejes. Sin embargo, Leandro Benegas no es un gran centrador. En la derecha, Francisco Arancibia es un zurdo que realiza permanentemente diagonales. Tiende a buscar al centrodelantero más por abajo que en el juego aéreo.
Entonces, quienes envían más centros son los laterales Jean Beausejour y Matías Rodríguez. No tanto desde línea de fondo (implica un gran desgaste llegar recurrentemente a ese sector) y sí desde tres cuartos de cancha. Tal recurso aumenta la justa percepción de que ahora la U eleva mucho el balón para hacer jugar a Pinilla, junto a la idea de que hay menos toque en el mediocampo.