A 13 años de la doble hazaña de Nicolás Massú en Atenas: el hito que admira hasta Federer

"Un jugador puede jugar sólo tres o cuatro Juegos Olímpicos como máximo en su vida por lo que tienes pocas ocasiones de lograr medalla. Ganar dos de oro en tenis masculino era algo que nunca se había hecho antes, incluso por tenistas con mejores carreras que yo. No quería que el momento en el que la bandera chilena estaba en lo más alto se acabara. Es complicado disfrutarlo porque todo va muy deprisa".

Así resumió Nicolás Massú a Punto de Break lo imposible. El día que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas, sólo horas después de haber ganado el dobles junto a Fernando González. El día que quedó en la historia grande del tenis mundial, con un logro que nadie había conseguido antes, y que nadie ha conseguido después.

Fue el 22 de agosto del 2004. Con pocas horas de sueño, contracturado, y lleno de calambres, tras la final en la que junto al Bombardero derrotaron a Nicolas Kiefer y Rainer Schuettler, Massú salió otra vez a la cancha para enfrentar a Mardy Fish. "Estaba muerto físicamente, pero sabía que era ahora o nunca", recuerda. 

El partido fue duro y esquivo desde el comienzo. Ganó el primer set, pero luego Fish se quedó con los dos siguientes. La ventaja parecía aún más decisiva cuando en el cuarto parcial un mal cobro del árbitro colmó la paciencia de Massú. Sin embargo, ese fallo tuvo un efecto adverso. El chileno salió fortalecido, y encaminó una victoria épica. "No entiendo cómo alguien se cansa cada vez menos, con el paso de las horas", recordó el norteamericano sobre su rival.

El triunfo es hoy para Massú una serie de imágenes borrosas, o quizás demasido lúcidas. La pelota de Fish larga, él tendido en el suelo con las manos en la cabeza. Luego los abrazos, el podio junto a González y el himno que hasta hoy tiene en la cabeza. "Creo que fueron los 10 días más felices de mi vida", admite.

La última noche en Grecia dejó para Massú una anécdota que hoy recuerda con humor, pero que pudo ser angustiante. "Olvidé mis medallas debajo de la almohada. La noche anterior sólo dormí dos horas y cuando llegué al aeropuerto no estaban. Al final, Fernando (González) se las llevó y me las pasó en Estados Unidos. Ahora las tengo en mi casa en Viña del Mar".

Han pasado 13 años del logro, tres ciclos olímpicos, y el hito de Massú sigue ahí, imposible de superar. Rafael Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer y Andy Murray se han calzado medallas pero ninguno ha podido con el récord del 'Vampiro'. Hace poco, el suizo recordó su paso por Atenas. "Creo que mi mejor chance fue en 2004, porque ese fue el año en el que gané tres Grand Slams", afirmó, agrandando aún más el hito más importante del deporte chileno.